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La música chilena según el Grammy

Ana Tijoux e Inti-Illimani Histórico son los nominados de este año. Aquí, lo que hay detrás.

viernes 17 de julio de 2015

"Anita Tijoux se convertirá en la primera chilena nominada a los Grammy Latinos", informó el pasado 25 de septiembre Canal 13
al anunciar la postulación de la rapera chilena a ese premio. Tiro errado: Tijoux es la séptima chilena nominada, luego de las candidatas Cecilia Echenique, Nicole, Mamma Soul y Supernova en 2002, Camila Moreno en 2010 y Myriam Hernández en 2011. Y en rigor su presencia en la próxima versión de esos premios es una señal apropiada para examinar qué figuración ha tenido la música chilena en los diez años de existencia de este premio, que desde 2001 es otorgado por la industria discográfica estadounidense al mercado musical hispanoamericano.

Dos son los nominados chilenos para la venidera edición del Grammy Latino, que será celebrada el 15 de noviembre en Las Vegas. Con su disco La bala (2011), Ana Tijoux compite en la categoría "Mejor disco de música urbana"
nada menos que con cuatro reguetoneros puertorriqueños, entre ellos la superestrella Don Omar, el fundamental Tego Calderón, Farruko y J Álvarez. Y con el álbum compartido Eva Ayllón + Inti-Illimani Histórico (2012), Inti-Illimani Histórico y la cantante afroperuana Eva Ayllón figuran en la categoría "Mejor disco folk"
junto a la mexicana-estadounidense Lila Downs, la dupla cubano-boliviana de Chuchito Valdés & Eddy Navia, el argentino Luciano Pereyra y el venezolano Reynaldo Armas.

Es la segunda mejor performance conseguida por músicos locales en esas listas. La mejor por lejos fue la de 2002, con ocho nominaciones chilenas. Entonces postuló La Ley en tres categorías ("grabación del año", "mejor disco rock grupal" y "mejor canción rock") y ganó el Grammy en la segunda de ellas por su disco MTV Unplugged (2001); además de Cecilia Echenique y Nicole (ambas en el rubro "mejor disco pop femenino", ganado por la española Rosario); Mamma Soul y Supernova (ambas en "mejor disco pop grupal", ganado por Sin Bandera) y Humberto Gatica (en el rubro "productor del año", ganado por Kike Santander). Sólo en 2004 volvió a haber otras dos nominaciones chilenas, en las categorías de "mejor disco rock grupal" y "mejor canción rock", de nuevo monopolizadas por La Ley, que ganó su segundo Grammy Latino, esa vez por el disco Libertad (2003).

El resto de los años en que ha habido presencia local en las candidaturas, ésta se ha limitado a un postulante por temporada. Son los casos de La Ley en 2003 ("mejor canción de rock" por "Ámate y sálvate": ganó Juanes con "Mala gente") y en 2006 ("mejor video musical" por "Mírate": volvió a ganar Juanes con "Volverte a ver"); Kudai en 2008 ("mejor disco pop grupal" por Nadha; ganaron los mexicanos Belanova); Beto Cuevas en 2009 ("mejor disco de solista" por Miedo escénico; ganó el puertorriqueño Draco Rosa); Camila Moreno en 2010 ("mejor canción alternativa" por "Millones": ganó Calle 13 con Café Tacuba) y Myriam Hernández en 2011 ("mejor disco pop femenino" por Seducción: ganó Shakira).

En total han sido dieciocho nominaciones de doce artistas y dos premios ganados, ambos por La Ley, a los que se suma el "premio a la trayectoria" o "Lifetime achievement award" merecido por Lucho Gatica en 2007 junto a colegas internacionales como Olga Guillot y Chavela Vargas.

A la luz de tales registros no es un misterio el rol determinante que ha jugado la industria discográfica en estos reconocimientos, incluso si el Grammy Latino fue inventado justo en la era del declive de los sellos disqueros. Los tres nombres que más de estas estatuillas han ganado en la historia son Calle 13, Juanes y Alejandro Sanz, en ese orden, todos peces gordos del negocio del disco. Y no es casual que los chilenos más nominados, con siete postulaciones, sean La Ley: la única banda local que logró penetrar con éxito de masas el star-system discográfico regional, con la exportación de su carrera a México. Con todo, el panorama ha tendido a revertirse en los últimos años. Una primera señal fue la de Camila Moreno, que en 2010 llegó al centro de eventos Mandalay Bay de Las Vegas con Almismotiempo (2009), un disco editado por un sello no multinacional.

Sea cual sea el resultado de los chilenos en la versión que viene, las nominaciones ya son un síntoma: Ana Tijoux consiguió la suya tras la edición de su disco La bala por medio del sello estadounidense Nacional Records, especializado en música de origen latinoamericano, e Inti-Illimani Histórico lo hizo con un disco editado por un sello chileno pero proyectado a mayor escala con las giras internacionales del grupo. Si las compañías multinacionales del disco ya no prestan la utilidad de antes, es posible encontrar nuevas herramientas para difundir la música por otras vías.

Foto: Ana Tijoux por Francisco Gallardo (2011).