Silvia Infantas y los Baqueanos

Silvia Infantas y los Baqueanos
Foto: Archivo de Música Popular Chilena UC (Ampuc)

Antes que todos los músicos que han cantado a Pablo Neruda en el mundo, en el comienzo sólo Silvia Infantas y los Baqueanos estuvieron. Éste es el grupo que grabó la versión original de ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’, la canción que el autor Vicente Bianchi escribió sobre versos de Neruda y que, en el disco Música para la historia de Chile (1955), marcó un hito de popularidad en la música chilena.

Ficha

Años

Mendoza (Argentina), 1953 - 1960

Décadas

1950 |

Géneros

Integrantes

Silvia Infantas, voz (1953 - 1960).
Pedro Leal, voz y guitarra (1953 - 1960).
Hernán Arenas, voz y guitarra (1953 - 1960).
Luis Garrido, voz y arpa (1954 - 1955).
Germán del Campo, voz, arpa y guitarra (1955 - 1960).

Silvia Infantas y los Baqueanos

Antes que todos los músicos que han cantado a Pablo Neruda en el mundo, en el comienzo sólo Silvia Infantas y los Baqueanos estuvieron. Éste es el grupo que grabó la versión original de ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’, la canción que el autor Vicente Bianchi escribió sobre versos de Neruda y que, en el disco Música para la historia de Chile (1955), marcó un hito de popularidad en la música chilena.

David Ponce

Los Baqueanos originales fueron un trío de folclor típico iniciado en 1950 por Pedro Leal, Gerardo Ríos (guitarras) y Luis Garrido (arpa). Luego llegó el guitarrista Hernán Arenas, que estaba casado con la cantante Silvia Infantas y que, como Leal, era funcionario del Banco Español.

El azar dispuso que este grupo chileno debutara en Argentina. A fines de 1953 los Baqueanos fueron invitados a la Feria de las Américas, en Mendoza, donde viajaron con la cantante Mirta Carrasco. Cuando ella volvió a Chile incorporaron en su lugar a Silvia Infantas, que acompañaba a Arenas, y el conjunto siguió actuando en Argentina durante los siguientes nueve meses. La formación definitiva había nacido.

Leal ya había actuado con Silvia con los dúos Hermanos Leal o Leal-Garrido en los shows radiales ‘‘Sinfonía y color de Chile’’ y ‘‘Chile, fértil provincia’’ en los años ‘40. Tras su debut en la radio mendocina El Libertador, el grupo actuó en Buenos Aires en la boite Embassy, en radio Belgrano, en Canal 7 y en centros de folclor y cines, además de tocar en Comodoro Rivadavia y Montevideo, Uruguay.

‘‘En Argentina se usaba mucho cantar en los cines. Había una película y en el intermedio se presentaba un número artístico’’, explica ella. ‘‘Todos los teatros montaban un show para dar trabajo a los artistas. Como estábamos en Buenos Aires, nos inscribimos y trabajamos bastante tiempo’’, agrega Leal. Entre el repertorio de esos primeros días había un arreglo de tango para la tonada ‘‘Matecito de plata’’’, del autor mexicano Luis Martínez Serrano y popularizada en Chile por Los Cuatro Huasos.

De vuelta a Chile el grupo hizo una gira nacional, se presentó en radio Minería y en restaurantes capitalinos como El Escorial, Goyescas, Nuria, El Bodegón o El Pollo Dorado. ‘‘Llegamos sin que acá nos conocieran prácticamente, porque nos hicimos afuera’’, recuerda Silvia Infantas. En reemplazo de Luis Garrido entró Germán Aqueveque Barros, de nombre artístico Germán del Campo, y en 1955 el sello EMI Odeon contrató al cuarteto, que en su primer long play grabó el vals tradicional ‘‘La batelera’’.

Muy difundido por el estribillo ‘‘Suelta el remo / Batelera / Que me altera tu manera de bogar’’, ése fue el primer éxito Baqueano. El definitivo llegó al año siguiente, cuando a fines de 1955 grabaron una canción que Vicente Bianchi había escrito sobre versos de Pablo Neruda: ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’. El grupo la estrenó en privado frente al propio Neruda, con Bianchi al piano. Silvia Infantas recuerda haber tocado esa tarde unas treinta veces la canción para el futuro premio Nobel.

‘‘Ése fue el momento en que Neruda la conoció, y estaba vuelto loco’’, recuerda. ‘‘(Decía) ‘Cántala otra vez, ven a sentarte a mi lado, no te muevas de aquí’. Él había escrito los versos, pero de ahí a que llegáramos vestidos de huaso, con los trajes típicos y cantáramos una melodía que nunca había escuchado, fue una impresión. Una noche inolvidable. Fue la primicia que le dimos de que estaba listo para grabar’’.

‘‘Bianchi nos pasó la canción, la montamos bien preparada por él, fuimos y le cantamos y entonces (Neruda) se entusiasmó e hizo después el «Romance de los Carrera», el «Canto a Bernardo O’Higgins», todos esos temas patrióticos’’, agrega Leal: es el repertorio que quedó en el histórico LP Música para la historia de Chile (1959), de Silvia Infantas y los Baqueanos con la orquesta de Vicente Bianchi .

‘‘Recorrimos todo Chile mostrando las «Tonadas de Manuel Rodríguez». Recuerdo que en Talca nos recibió la gente como si fuéramos ídolos’’, dice el guitarrista. Y la canción amplió su alcance cuando en enero de 1957 el boletín del programa radial ‘‘Discomanía’’, conducido en Chile por Ricardo García y por Raúl Matas en la emisora WRUL de Nueva York, situó a ‘‘Romance de los Carrera’’ entre los éxitos más populares de diciembre de 1956 y a ‘‘Tonadas de Manuel Rodríguez’’ como el disco del año.

La carrera del grupo incluye además discos sencillos como ‘‘Flor de Jacarandá / Matecito de plata’’, ‘‘Caldito de ave / Aradito de palo’’ y ‘‘Arriba de las palmas / Ramoncito el camarón’’ para Odeon, y su participación en la serie Fiesta chilena del mismo sello. Ganaron entre otros los premios Caupolicán en 1954 y Laurel de Oro en 1956 y 1957, año en que eran artistas de radio Cooperativa Vitalicia. ‘‘Se escuchaba mucho folclor en esa época. Por Dios que había conjuntos. En El Pollo Dorado era uno detrás de otro. Se llamaba El Fogón de la Chilenidad e iba mucho turista extranjero. Los gringos se volvían locos con las cuecas, las tonadas. Un cueco, decían’’, recrea la cantante. ‘‘Se bailaba mucha cueca en Santiago. Todos los locales tenían números chilenos. Había mucho trabajo’’, coincide Leal.

‘‘Yo siempre actuaba en primer plano, porque no tocaba instrumento y era la solista. Entrábamos cantando juntos, yo cantaba tonadas para mujer y después cantaban ellos tonadas para trío de hombres’’, explica Silvia acerca de los shows del grupo. Y el repertorio variaba en las giras internacionales. ‘‘Agregamos valsecitos peruanos, cosas mexicanas, porque las canciones chilenas no las conocían. Al país que íbamos cantábamos las cosas chilenas e incluíamos siempre algo del país’’, explica el guitarrista.

Tras actuar en enero de 1955 en Arica con motivo del encuentro entre los presidentes Ibáñez, de Chile, y Paz Estenssoro, de Bolivia, el grupo emprendió entre 1955 y 1959 giras a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Venezuela, donde actuaron en el programa de TV ‘‘El show de Renni’’ en 1959. Al año siguiente se separaron. Silvia Infantas y Hernán Arenas reanudaron la tarea en el nuevo conjunto Silvia Infantas y los Cóndores, mientras Leal y Del Campo formaron el Dúo Leal-Del Campo y se unieron a la ya experimentada Ester Soré. ‘‘Ester Soré como solista era estupenda, y la Silvia Infantas como primera voz de conjunto era impagable’’, compara Pedro Leal. ‘‘Un oído…’’.

Actualizado el 19 de mayo de 2017