Varios libros han abordado ya la historia del trío Los Prisioneros, pero esta investigación del periodista Alejandro Tapia tiene un foco temporal bien acotado y un deber de rigor informativo inusual en las publicaciones existentes hasta ahora. Aunque aborda un período específico, se levanta como la más completa biografía publicada hasta ahora sobre la fundamental banda nacida en San Migiuel. A través de más de ciento sesenta entrevistas y el acceso a archivos específicos (como contratos), el autor consigue dar con datos, personajes y asociaciones que no habían quedado hasta ahora relatadas en impreso. Las conversaciones con cercanos (técnicos, amigos de barrio, productores), entrevistas nuevas con los propios integrantes del trío, el acceso a material que se mantenía en el poder de amigos y/o fans del conjunto, y la detención en detalles musicales sobre las canciones y su grabación sostienen este relato de referencia, que avanza desde los primeros escarceos en la música de González, Tapia y Narea (incluso antes de adoptar el nombre que los haría célebres) hasta la publicación del álbum Pateando piedras. Se incluyen fotos antes inéditas y un prólogo del músico Miguel Conejeros.

Describe el autor en su introducción: «[Estos son] los años donde recogieron y vivieron las experiencias que moldearon su música, su discurso y su destino [...], el camino que González, Narea y Tapia recorrieron desde la adolescencia como Pseudopillos, Vinchukas y Papa Fuentes, hasta que se transformaron en Los Prisioneros gracias a La voz de los 80, que grabaron con apenas 20 años.»