Los meses de creación y trabajo de Violeta Parra en Concepción —sobre todo entre 1957 y 1958— son interesantes más allá de sus pistas geográficas. La presentación de este libro destaca aquel período en la ciudad como uno de encuentros, exploraciones, registros y obras memorables. «Se puede sintetizar ese proceso como el tránsito de las anticuecas a “El gavilán”», explica el autor, ubicando el tránsito artístico de tan fecundo paso por la capital de la región del Biobío, cuyos detalles —también con algunas fotos— figuran en esta investigación especializada que consigue no sólo acercar a Violeta Parra a la historia de Concepción sino también explicar su desarrollo como creadora según ciertos sucesos específicos de su tiempo allí.