El oficio de los payadores
El oficio de los payadores
Reseña:
«Desarrollo de comunidad, identidad y profesión de los cultores chilenos de la zona central, 1954-2000» es el subtítulo que presenta esta investigación que en 2017 mereció el Premio Fidel Sepúlveda, instaurado para destacar anualmente a la persona o grupo que se haya destacado en la investigación, rescate, puesta en valor y divulgación de bienes, saberes y prácticas que conforman el patrimonio inmaterial de nuestro país.
El texto de la historiadora Marianne Rippes fue destacado por el jurado por «poner en perspectiva cinco décadas de desarrollo de la paya en Chile. Gracias a la manera de apreciar el arte de los payadores emerge en su análisis las nuevas formas de transmisión de la paya entre cultores, sus continuidades y sus cambios, así como la importancia que tienen los espacios gestionados por ellos mismos para la delimitación y adaptación de su arte a los cambios políticos y socioculturales vividos en el país». La autora contó para su trabajo con los testimonios de cultores como Luis Ortúzar (el «Chincolito de Rauco»), Guillermo Bigote Villalobos, Francisco Astorga, Alfonso Rubio y Manuel Sánchez.
«La creencia es que estos cultores solo se encuentran en los campos de Chile. No es absolutamente así —advierte Rippes—. Pretendo desmitificar aquello, porque existe un elemento urbano importante en esa práctica, que se dio ya desde 1954 cuando se realizó en la U. de Chile el Primer Congreso Nacional de Poetas y Cantores Populares de Chile. Un hito que permitió reflexionar sobre el oficio, la poesía y el rol que tenían en la sociedad».