Iñigo Díaz

A menudo ha sido considerado como el músico que chilenizó la canción y los ritmos de la bachata que hasta entonces habían llegado a través estrellas de la música caribeña, desde Juan Luis Guerra a Romeo Santos. Cifuentes introdujo cambios en el abordaje del estilo, que se pueden apreciar sobre todo en su álbum Jajajajajá (2012). Antes, el chillanejo de 20 años había editado un disco de canto y trova, en la línea de la cantautoría del cubano Silvio Rodríguez, aunque ya comenzaba ahí a desprenderse de aquellas influencias: Artesano (2009).

Vicente Cifuentes tuvo una primera vida en la ciudad de Chillán, de donde tomó cierta melancolía presente en los poetas sureños. Su primera raíz musical también se encuentra en el folclor del Ñuble, donde la cueca y la ranchera comparten espacios. Pero el traslado de su familia a la ciudad de Santo Domingo, en República Dominicana, marcó un quiebre en su formación musical. Allí la bachata era parte de la vida cotidiana de los dominicanos y estaba presente en las calles de manera natural. Ese temprano aprendizaje permeó entonces la creatividad del chileno, quien de vuelta en nuestro país, en 2013, desarrolló una música personal a partir de estos ritmos. «No le teman a la bachata, que también es folclor latinoamericano», dijo. Una serie de nuevas canciones en esta naturaleza fueron publicadas en los dos volúmenes de Bachata local, en 2017 y 2019, respectivamente, con su banda Los Buenos Momentos y con la producción de Allan Leschhorn, ganador de varios Grammy.

Activas colaboraciones con nombres de la música pop independiente, desde Pedropiedra y Benjamín Walker a Abel Zicavo (de Moral Distraída), situaron a Cifuentes en un nuevo orden dentro de la música chilena. En 2017 llegó a telonear al propio Juan Luis Guerra en un concierto en Arena Movistar, y tras el estallido social de octubre de 2019 su nombre adquirió un nuevo protagonismo. Vicente Cifuentes impulsó la experiencia de canto colectivo y solidario llamada "El Largo Tour", que giró por comunas y localidades, principalmente de la Región Metropolitana, llevando a un amplio contingente de artistas a las comunidades, donde además abogados, médicos, sicólogos, sociólogos y profesores proporcionaban atención gratuita a las personas mientras se efectuaban los conciertos.

La primera actividad se realizó el 26 de octubre, un día después de la marcha del millón y medio de personas, en la plaza Los Palos de la población Ex Habana de La Florida, con Elizabeth Morris, José Seves, La Chinganera, Charly Benavente y Monserrat Sembler, entre otros. Luego siguieron actividades en la comuna de Pudahuel y las poblaciones La Bandera y La Legua.

Una antigua canción suya titulada "Chillán", que daba cuenta de ese vínculo con la melancolía sureña, fue seleccionada para competir en el Festival de Viña del Mar de 2020. Vicente Cifuentes ganó la competencia internacional e hizo uso del escenario y las cámaras para manifestar su protesta ante el gobierno de Piñera, sus especulativas reacciones a las demandas sociales y la represión que habían realizado las fuerzas policiales a su orden. Poco después, un nuevo disco, Relato (2020), nació como inspiración de esos acontecimientos iniciados el 18 de octubre.