Valentina Maza

Valentina Maza
Foto: Sebastián Arriagada

Los mundos de lo acústico-orgánico y lo electrónico-digital se encuentran en la creación de Valentina Maza, compositora, intérprete de viola y productora, aunque también gestora cultural con un importante registro de trabajos en este campo. Se ha desempeñado en varios frentes de la música, desde la experimentación en la electrónica ambient, con protagonismo absoluto de la viola, hasta la composición de música principalmente para obras de danza, junto con una presencia en la música docta durante distintos momentos, integrando agrupaciones como los cuartetos de cuerdas Sukos y Giros o el Ensamble MusicActual.

Ficha

Fechas

Rancagua - 25 de diciembre de 1985

Región de origen

Libertador General Bernardo O'Higgins

Décadas

2010 |2020 |

Géneros

Valentina Maza

Los mundos de lo acústico-orgánico y lo electrónico-digital se encuentran en la creación de Valentina Maza, compositora, intérprete de viola y productora, aunque también gestora cultural con un importante registro de trabajos en este campo. Se ha desempeñado en varios frentes de la música, desde la experimentación en la electrónica ambient, con protagonismo absoluto de la viola, hasta la composición de música principalmente para obras de danza, junto con una presencia en la música docta durante distintos momentos, integrando agrupaciones como los cuartetos de cuerdas Sukos y Giros o el Ensamble MusicActual.

Iñigo Díaz

Si bien tuvo tempranos estudios de arpa clásica, en Madrid, y de violín, al alero de la FOJI en Rancagua, Valentina Maza pasó rápidamente a la viola. Estudió en la U. Católica, pero se terminó de formar en la Musikhochschule Stuttgart, en Alemania, lo que le posibilitó un contacto con varias corrientes creativas. Mientras, como gestora cultural estudió en la U. de Chile. En esa área creó, impulsó o produjo una serie de encuentros musicales, como el Festival Internacional de Violín y Viola (2012), el Festival Australis (2014) o el Festival Lluviosa. Algunos de ellos tuvieron lugar en Valdivia, donde ella residió durante un período. Allí se generó una obra para seis violas titulada "Presencias", que inaugura su época como compositora, y a ella debe sumarse la versión para viola que Maza realizó de "El gavilán", de Violeta Parra.

Musicalmente tuvo como referente principal a la artista múltiple Laurie Anderson, desde lo performático, lo discursivo y lo interdisciplinario. Maza se ha movido entre aquellos bordes definidos por una composición instrumental, que ella también define como "neoclásica", con fuerte sentido visual. Ese enfoque deriva en paisajes sonoros, oníricos y minimalistas, sostenidos a veces en la viola, a veces en la voz y a veces en la electrónica, y se puede apreciar en álbumes de corta y larga duración que fueron publicados en un breve tramo tras abandonar el trabajo como integrante de conjuntos de música clásica y reconsiderar su proyecto propio: Presencias (2021), Presentir (2021), Los que duermen (2021), Cuerdas (2021) y Sueño travesía (2022). Junto con ello, Valentina Maza ha escrito música para escena, las coreografías Kibba y Éxodo, también en Valdivia.

En ese trayecto, en durante la pandemia se conectó con la poeta Verónica Zondek para un trabajo de mayor envergadura que cruzaría los mundos del texto escrtio, el texto declamado con musicalidad, la composición y nuevas atmósferas para el triple volumen de Cantos a la grieta encendida (2023). Poco después publicaría Busco espacio (2024), nuevamente con el sello Pueblo Nuevo como plataforma editorial, resultado de una residencia realizada en el GAM y donde ella planteó la música como parte de un todo, integrando la idea de lo escénico, lo volumétrico y la ocupación del espacio.

Actualizado el 10 de junio de 2024