MusicaPopular.cl

Hijo de un angoleño y una chilena, Polimá Ngangu Orellana se crió en la población Juan Antonio Ríos de Independencia, en Santiago. Sus primeros acercamientos a la música fueron a través de coros infantiles y religiosos, pero cuando todavía era un niño comenzó a ensayar sus primeras grabaciones caseras en torno a géneros como el hip-hop y el reguetón. Aunque alcanzó a seguir estudios de ingeniería eléctrica, los abandonó para dedicarse por completo a la música.

Junto al productor El Ambidieztro (Claudio Vargas) grabó los primeros registros que firmó como Polimá Westcoast: No love more bitches, liberado en servicios digitales a fines de 2017; y Las crónicas de Ngangu, publicado a mediados del año siguiente. “Puse mis sentimientos / y no te importó un carajo / pero esto ya es costumbre / soy un brokeboi”, cantaba en “Brokeboi”, una de las canciones que lo instaló como parte del auge del trap en Chile, impulsó su carrera y advirtió el carácter de su música: más sensible que agresiva, más reflexiva que callejera.

A partir de entonces, Polimá Westcoast fue un nombre que se multiplicó en vivo y en grabaciones difundidas sobre todo a través de soportes digitales. Su actuación en el festival Lollapalooza Chile en el 2019 marcó un hito para la masificación del trap, con apariciones de Pablo Chill-E y Young Cister en un efervescente Movistar Arena. “El trap es cultura, lo quieran o no. Van a tener que escucharnos”, avisó en esa tarde de marzo de ese año. Junto al segundo, a esa altura había conformado una alianza que se tradujo en diversas colaboraciones y se consolidó con Eqilibrio (2020), un disco ya publicado por una multinacional como Sony Music, que los mostró cómodos también en sonoridades más pop.

No ha sido la única, sin embargo. Como la mayoría de sus pares, en poco tiempo Polimá Westcoast ha grabado con un largo listado de cantantes y productores chilenos y extranjeros. Shirel, Soulfía, Harry Nach, Kidd Tetoon, Julianno Sosa, DrefQuila, Gianluca, Easykid, Shelo a lo Loko son parte de ese registro de colaboraciones, que también ha tenido alcance internacional, con figuras como los españoles C. Tangana, Yung Beef y Sticky M.A. y los argentinos Neo Pistea, Duki, Khea, Seven Kayne y Bizarrap. Entre todas ellas, particular repercusión tuvieron “Te quiero ver”, junto a Ceaese y Young Cister; y “My blood”, con Pablo Chill-E, con la que alcanzó uno de los puntos cruciales en su popularidad.

A mediados de 2021 retomó su camino individual con Las crónicas de Ngangu 2, presentado como una secuela de su segundo disco, y también se acercó más al reguetón, como fue la canción "Cua4tro", que presentó en septiembre de ese año nuevamente junto a Pablo Chill-E. En ese mismo camino musical, al año siguiente anotó un hito de alcance internacional con el "Ultra solo", un sencillo originalmente grabado en colaboración con el puntarenense Pailita, y que luego tuvo un exitoso remix con nombres internacionales y la chilena Paloma Mami. Y el mismo 2022 grabó "Kawaii", un sencillo con la estrella colombiana J Balvin, y abrió los tres multitudinarios conciertos que el puertorriqueño Daddy Yankee ofreció en el Estadio Nacional. Se presentó en el cierre de la Teletón y coronó el año como el primer músico urbano chileno en ser invitado al Festival de Viña del Mar de 2023.