Iñigo Díaz

Para mediados de 2002, Rey tenía una carpeta de composiciones de carácter pop, insipiradas en igual proporción entre el acid jazz de bandas británicas como Incognito y la música brasileña con columnas como Tom Jobim a Ed Motta. Para llevar su música al disco, montó una primera versión de Octopus King, que contó con las comparecencias de Jimmy Fernández (ex La Pozze Latina), la cantante Francisca Moraga y el trompetista bop Cristián Cuturrufo. El resultado fue Fármaco in dependiente (2003).

Tiempo después Rey y un nuevo staff de Octopus King concretaron un mucho más ajustado Cocktail (2005), un álbum de tintes más jazzeros y fusionados sin dejar olvidado el lado pop, que tuvo entre sus cantantes los brasileños Paula Lima y Juliano Barreto, además de un abanico vocal con los nacionales Pedro Foncea (ex De Kiruza), Quique Neira (ex Gondwana), David Rulo Eldelstein (ex Los Tetas), Gustavo Figueroa (Raiza), Cristina Araya (Feria), Francisco Sazo (Congreso), Magdalena Matthey y las debutantes Martina Lecaros y Gabriela Ernst, entre otros.