Marcelo Vergara

Marcelo Vergara
Foto: Esteban Chacón

Considerar a Marcelo Vergara sólo como una de las grandes voces masculinas aparecidas en la década de 2000, resulta mezquino. Además de cantante, Vergara ha explorado la música latinoamericana de raíz, es experto en música brasileña, compositor de obras doctas contemporáneas y autor de canciones pop. Pero sus discos Familia (2006) y Animal (2008) lo ubicaron inicialmente en un mapa de solistas junto Javier Barría, Mariel, Rodrigo Jarque, Pablo Rivas y la última Magdalena Matthey.

Ficha

Fechas

Los Ángeles - 14 de febrero de 1975

Región de origen

Biobío

Décadas

2000 |2010 |

Géneros

Grupos

Marcelo Vergara

Considerar a Marcelo Vergara sólo como una de las grandes voces masculinas aparecidas en la década de 2000, resulta mezquino. Además de cantante, Vergara ha explorado la música latinoamericana de raíz, es experto en música brasileña, compositor de obras doctas contemporáneas y autor de canciones pop. Pero sus discos Familia (2006) y Animal (2008) lo ubicaron inicialmente en un mapa de solistas junto Javier Barría, Mariel, Rodrigo Jarque, Pablo Rivas y la última Magdalena Matthey.

Se inició formalmente como guitarrista clásico, aunque su llegada a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile para estudiar Licenciatura en Música, lo conectó más directamente con la raíz folclórica. Desde 1999 fue parte de la primera formación del grupo Cántaro, dirigido por el compositor y académico Claudio Acevedo. Para este ensamble escribió sus primeras partituras de cámara, en autoría y coautoría con otros integrantes: “Al encuentro”, “Vaivén”, “Paloma negra” o “Si yo te diera”, que fueron grabadas en el disco Música de raíz latinoamericana (2002).

Paralelamente integró otro conjunto de cámara contemporánea surgido en 1999 en las mismas aulas, Trompo. En ese proyecto su literatura dominó el catálogo del disco No es casual (2008): “No es casual”, “Reconozco”, “Cigarra transparente”, “Princesa de las hormigas”, “Décimas”, “Canción de cuna”, “Anillo de cristal” y “Lunita lunera”.

Fue una canción de su primer álbum solista la que definió su quiebre con ese aprendizaje musical original. “Cantar” se inspiró en textos del “Manifiesto” de Víctor Jara para cuestionar la poética y estado anímico general de la música latinoamericana. Vergara ya estaba muy inmerso en las toda la gama de vibraciones de la música brasileña, la bossa nova, el forró, la MPB moderna y la figura de Caetano Veloso. Desde esa posición de ritmo, armonía y melodía, derivó en sus primeras canciones en un ámbito netamente pop.

Los discos Familia (2006) y Animal (2008) representaron ese cambio hacia la guitarra eléctrica y la banda rockera, justo en un momento en que Vergara, quien también había estudiado composición docta con Cirilo Vila y Aliosha Solovera, comenzó a escribir material de cámara, con obras para teatro, ballet y ensambles variables, además de una exploratoria “La mosca”, una sonata para los improvisadores de la pequeña orquesta de jazz Quintessence.

Actualizado el 12 de agosto de 2017