Jorge Leiva
“Una vez un peñi (hermano) me dijo que lo que yo hacía no era mapuche, sino que era ‘rap con mensaje mapuche’, porque esta música no es tradicional de nuestra cultura. Con todo respeto, le respondí que cuando a veces me ha tocado actuar fuera de Chile, me encuentro con hermanos que hacen rap francés, o rap mexicano…. Ante eso, lo que yo hago es rap mapuche”.
Así define Luanko su música. Por eso su condición mapuche, esencial en su identidad espiritual, también se plasma en sus canciones. Instrumentos como la trutruca o el cultrún aparecen con frecuencia en sus bases y las letras hablan de las luchas, la historia y la cosmovisión de su pueblo. Con cinco discos editados hasta el 2018, sus canciones suman más de cien y en buena parte de ellas alternan versos en dos idiomas: español y mapudungun.
Luanko es de Pudahuel, y en esos barrios conoció la cultura hip hop, primero como grafitero y luego como MC. La separación de sus padres, y la posterior muerte de su padre en un accidente, lo mantuvo alejado de la cultura mapuche hasta la adolescencia cuando, al mismo tiempo que se acercaba al rap, estrechó vínculos con su familia paterna, en la comunidad de Huillinko.
Al salir de Cuarto Medio, trabajó por un año como aseador de la Clínica Santa María, y compró sus primeros equipos de sonido. Apoyado por el futuro integrante de Movimiento Original Aerstame, grabó su disco debut, Actos por necesidad, firmado como Minuto Soler, seudónimo que heredó de sus tiempos de grafitero.
El disco casi no lo mostró y hoy ni siquiera canta esas canciones, pero el propio Luanko lo valora como el punto de partida de su oficio rapero. Tras esa experiencia, ingresó a estudiar para profesor de Historia en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, y dirigió varios talleres de graffiti y de rap en Pudahuel. Durante tres años acompañó en algunas presentaciones al rapero de Peñaflor Centinela Espectro, con quien adquirió la confianza y el desplante escénico para consolidarse como MC.
Inche ta Luanko (“Yo soy Luanko” en mapudungún), su segundo disco, lo editó cuando ya era profesor en ejercicio y estaba viviendo en Peñalolén. Allí desplegó los rasgos que van a identificar su camino musical en el futuro: Canciones con tradiciones, historias y luchas del pueblo mapuche. “Se nos persigue y condena/ por lo que somos / No por lo que hacemos / Por lo que somos venceremos” dice en “Wewaiñ (Venceremos)”, una de sus canciones más difundidas.
En los discos siguientes profundizó su camino, y fue ampliando sus circuitos de presentaciones, llegando incluso a presentarse Nueva York el 2016. La contundencia de su mensaje le ha hecho ganar un importante circuito de seguidores, lo que se revela en sus presentaciones en vivo, en las descargas y reproducciones de sus discos y en su más de decena videoclips disponibles en YouTube.
“En el mundo mapuche el líder político es el mismo que el líder espiritual, porque ambas cosas están unidas” dice Luanko sobre la articulación de temas sociales y espirituales en su repertorio, y también para explicar la génesis de la condición bilingüe de sus canciones. “En ninguno de los temas que he escrito he sacado palabra del diccionario. Todo lo he escrito porque lo sé”.
“No soy Weichafe porque no estoy en el campo / pero en el campo de mi pensamiento / Guerreo por mi lengua que la estoy extinguiendo” dice en “Ütrirkelayaiñ (Sin envidia entre nosotros)” del del 2017, en uno de los tantos manifiestos incluidos en sus canciones.
Las colaboraciones recíprocas con otros raperos como Movimiento Original y Portavoz, y el encargo de bases a otros compositores, convierten a Luanko en un activo miembro de la comunidad hiphopera local que también se ha acercado a otras dimensiones de la música, como en su disco Ketrolelan (2017), donde invitó al cantante de Santa Feria Alfonso Pollo González a acompañarlo en el tema “Piuke (Corazón)”, y a partir de entonces ha sumado la cumbia como insumo de sus canciones. .
Activo en su labor de profesor de historia, Luanko sigue ejerciendo como rapero y desarrollando su “ser mapuche”. El "rap de la tierra", como lo llama. Para él ambas cosas están unidas. Que tiene un objetivo central: “En una localidad de se me acercó un peñi para decirme que era un orgullo para él que su hija tuviera como ídolo a Luanko. Yo no quiero ser famoso. Es eso lo que también me enorgullece”.
Actualizado el 24 de mayo de 2022