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Nacido en Arica y aficionado al surf, Bravo se familiarizó desde temprano con el ritmo de vida pausado, playero y soleado, lo que explica que algunos de sus discos citen la estética musical del easy listening. Pero su trabajo ha sido eminentemente urbano, desde que a inicios de los años 90, instalado en Santiago para comenzar sus estudios y trabajar como diseñador, comenzó a desplegar la serie de iniciativas creativas que lo convertirían, en definitiva, en un músico a tiempo completo.
En vínculo con el arquitecto Christian Powditch, comenzó un trabajo de exploración de softwares muy precarios, como Sound Edit, con el que la dupla consiguió resultados sorprendentes únicamente recortando segmentos y sonidos desde distintos discos. A partir de ese primer laboratorio, el binomio se autodenominó como un dúo dinámico chilenísimo: Bitman & Roban, representando así la alianza entre un encargado del beat y otro «amigo de lo ajeno» (en este caso, la música). En su trayectoria, el dúo publicó cuatro discos y fue abriéndose a diferentes ritmos y técnicas, desde la música puramente digital y de posproducción a la inclusión de sonidos y voces reales.
En paralelo a esa sociedad, Bitman había comenzado a emprender un camino propio que luego sería el definitivo. En 2003 publicó un primer álbum, Sunset beats (2003), para el que tuvo la colaboración de muy conocidos músicos locales, del contrabajista Roberto Titae Lindl a Juan Chills (de Tiro de Gracia), Seo2, DJ Caso y Los Tetas. Los encargos de remezclas no tardaron en llegar: de Rock Hudson (banda para la cual también produjo el disco Quintana Roo, de 2006) a Manu Chao (“Politik kills”). En 2007 DJ Bitman terminó de sobrepasar las fronteras que antes había dejado atrás con la inclusión de música de Bitman & Roban en juegos de video como FIFA 2007 (con “Get on the floor”; vendrían más tarde otras incorporaciones de piezas suyos en otras ediciones de la licencia). Su nuevo álbum solista fue editado por el sello californiano Nacional Records y lo ubicó de ahí en adelante ya en otra órbita de audiciones.
Para Latin Bitman (2007), el músico combinó bases electrónicas e instrumentos de banda (contrabajo, marimba, guitarra, piano, órgano Hammond), consiguiendo con ello una mezcla de ecos exóticos, que en vivo se convirtió en un gran despliegue. que le dieron un carácter exótico a su segundo álbum, para cuya muestra en vivo congregó a una gran banda. Poco después repitió la experiencia en un disco incluso de mayor alcance musical, llamado Colour (2009) y que contó con la primera aparición de Francisca Valenzuela en sus discos ("Help me"). La serie de presentaciones de figuras en sus temas se amplió con su siguiente disco, un encargo comercial titulado Ritmo Havana (2010), para el que Bitman intervino clásicos de la música afrocubana con las voces de Jimmy Fernández, Solo di Medina, Rulo Eidelstein, Carito Plaza y Julián Peña.
En 2013 Bitman reactivó sus colaboraciones en dupla, uniendo fuerzas con DJ Raff en el proyecto denominado RVSB, abreviatura para la expresión Raff versus Bitman, cuyo enfoque musical estuvo orientado a las experimentaciones contemporáneas de electrónica y hip-hop. El dúo editó rápidamente sus primeros trabajos: son Raff versus Bitman (2013) y Nightlife (2014). En torno a este período resulta ineludible su participación en el hit "El diablo", irresistible track de baile trabajada junto al rapero Jimmy Fernández.
En paralelo, cabe destacar su labor como director de proyectos de "Chile Toca", iniciativa de parcial financiamiento de Corfo, con la que Bitman recorrió varias ciudades del país buscando acercar su oficio en la tornamesa, junto a más de treinta DJ y productores. Ha hablado del discjockeo como una herramienta «de educación, descentralización y vínculo social. El lema de Chile Toca es elocuente: "Todos somos DJ"».
«He dedicado la mitad de mi vida a experimentar con la creación de la mano de una gran cantidad de artistas. Me siento muy afortunado de cada historia y de cada canción, y de haber podido traspasar las barreras culturales llevando mi música al mundo» comentó en la prensa el músico, a modo de balance, poco antes de presentar acaso su show más ambicioso hasta ahora en Chile. En enero de 2025, la celebración de sus veinticinco años de carrera fue una fiesta que congregó en el escenario del Teatro Nescafé a casi todos sus colaboradores históricos, además de una gran orquesta sinfónica.
Actualizado el 26 de enero de 2025
