Antonio Monasterio

Antonio Monasterio
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Antonio Monasterio es un nombre protagónico en la escena de las músicas creativas en Valparaíso desde fines de la década de 2000. Primero como fundador y compositor del conjunto de fusión Ajayu y luego como líder de sus propios ensambles, Monasterio definió música eminentemente acústica y provista de sonidos y colores diversos, en un sincretismo de lenguajes que obtuvo desde fuentes como el folclor latinoamericano, el jazz contemporáneo y las músicas del mundo. En este punto, Monasterio tomó protagonismo como intérprete del oud, o laúd árabe, que se escucha en álbumes suyos como Centro y periferia (2018) y Las furias y el mar (2023).

Ficha

Fechas

Panguipulli - 14 de abril de 1987

Región de origen

Los Ríos

Décadas

2010 |2020 |

Géneros

Grupos

Antonio Monasterio

Antonio Monasterio es un nombre protagónico en la escena de las músicas creativas en Valparaíso desde fines de la década de 2000. Primero como fundador y compositor del conjunto de fusión Ajayu y luego como líder de sus propios ensambles, Monasterio definió música eminentemente acústica y provista de sonidos y colores diversos, en un sincretismo de lenguajes que obtuvo desde fuentes como el folclor latinoamericano, el jazz contemporáneo y las músicas del mundo. En este punto, Monasterio tomó protagonismo como intérprete del oud, o laúd árabe, que se escucha en álbumes suyos como Centro y periferia (2018) y Las furias y el mar (2023).

Iñigo Díaz

Tras sus años en el sur, como adolescente en Panguipulli y luego estudiante de Historia en Temuco, Monasterio se formó como músico en el puerto. Además intérprete de guitarra y flauta traversa, recorrió espacios tanto de la música popular como la formación académica en la U. Católica de Valparaíso, como alumno del compositor Eduardo Cáceres. Como músico integró distintos proyectos porteños, como Cinturón de Pájaros, Loto Azul y el citado Ajayu, que fue el más decisivo en continuidad y creación. Para este ensamble escribió piezas que consideraban instrumentos del mundo andino (quena y sikus), además de sonidos de una tradición clásica europea (chelo, el clarinete y flauta traversa), junto con percusiones del mundo africano. Los discos Ajayu (2012) y Grieta (2018), fueron una suerte de antesala al proyecto musical que él denominó Antonio Monasterio Ensamble.

En esa fusión ampliada, sus grupos, principalmente sextetos, han variado en fisonomía desde que comenzaron a operar en 2017. Primero con guitarra eléctrica, bajo, chelo, flauta traversa y oud (cordófono que conoció en Turquía). Luego, con piano, fliscorno, saxo soprano, guitarra traspuesta e incluso un innovador uso de la electrónica, dieron forma a la música de Monasterio en el puerto. Su primer álbum, Centro y periferia (2018), que tuvo como eje sus reflexiones y lecturas acerca del concepto de "territorio", presentó su material en más ciudades asiáticas como Beijing, Tokio y Seúl.

Más adelante, con una formación que integró a músicos de jazz como Claudio Rubio, Alejandro Pino y Joaquín Fuentes, el sexteto de Antonio Monasterio estrenó el álbum Las furias y el mar, resultado de nuevos pensamientos y lecturas que organizó alrededor de la idea de "violencia". Con este disco, su música subió nuevos peldaños en la composición, la narrativa y la intervención del sonido, y le valió al año siguiente la obtención del premio Pulsar en la categoría Fusión. En paralelo a su trabajo creativo y educativo, Monasterio fue gestor del festival "A ras de Cielo", dedicado a la música de fusiones en Valparaíso.

Actualizado el 18 de junio de 2024