Marisol García

No disc, el título que el músico presentó en el 2006 simplemente como el debut de Prieto, fue la prueba de que sus años de retiro no lo habían alejado en lo absoluto de la música. No disc contenía diversas reflexiones sobre crecimiento personal, mística e ilusiones rockeras. Fue grabado en Santiago junto a una banda que integraba a dos músicos de Santo Barrio (Iván Nuñez y Álvaro Recabarren) y un ex compañero suyo en Los Miserables, el guitarrista Patricio Silva.

Sobre una base rock, pero presentada a diferentes velocidades, Prieto levantó allí valientes composiciones introspectivas. Según le explicó a Emol, «cuando uno transforma su afán crítico en una crítica a sí mismo, ya tiene pega para rato. A mí me pasó eso». Así, entre alusiones taoístas y cuestionamientos vocacionales, el cantautor levanta versos elocuentes sobre la toma de distancia de esa fama que a otros les lleva la vida. «Mi historia está muerta / y es bacán no tener / ni principios ni etiquetas / ni uniforme de panketa», canta en "Rock de paz", y es explicación suficiente sobre el giro de Prieto como solista, quien, un año más tarde, tenía ya el disco infantil Décimas de Segundo (2007) como prueba de confirmación de su vocación autónoma. El disco es la musicalización de un libro suyo homónimo de décimas didácticas, y en la grabación participaron niños y niñas con sus voces.

Hacia fines de 2018, comenzó a circular la información de un regreso al trabajo de banda de Prieto, articulado hasta ahora en un cuarteto de línea punk llamado Caín. Parte de su historia personal y musical está relatada por él mismo en el libro NN. Recuerdos de un amigo del caos, publicado en 2021 por Santiago-Ander Editorial.