Iñigo Díaz

Estudios preliminares de violín y de guitarra clásica con el maestro Luis Orlandini definieron sus bases teórica y técnica, aunque ya cuando llegó al final de la adolescencia las inquietudes rockeras eran demasiado fuertes como para omitir un ingreso a la guitarra eléctrica. Fue alumno de Alejandro Silva, con quien llegó a dominar conceptos de precisión, matemática y alta velocidad.

Su primer grupo, y el que lo lanzó a una vitrina, fue Ergo Sum, banda que formó en 1994 cuando aún estaba en el colegio y que por ese tiempo era un simple proyecto de cuarteto acústico que funcionó hasta 1996. Cuando se integraron a los percusionistas clásicos de la Universidad Católica Sergio Menares y Gonzalo Muga el grupo sufrió una notoria y notable modificación y se convirtió en el proyecto de rock progresivo que el público conoció en conciertos como “Trilogía” (con Fulano y Tryo), con dos guitarras, bajo, batería y marimba, y que presentó los discos Ergo Sum (1997) y Mixolidio (2002).

Tefarikis llevó al grupo al Festival Baja Prog de México y luego de un receso tras este viaje, comenzó una escalada solista de composición y grabación en la que cambió la guitarra eléctrica por la guitarra acústica y el bouzuki griego. Sus discos en esta línea son Encuentros (2004), sus primeras creaciones para guitarra de cuerdas metálicas, Canto en guitarra (2006), un homenaje a Violeta Parra y Víctor Jara con arreglos de cuerdas y vientos de cámara, y Cuerdas mediterráneas (2008), un trabajo dedicado al bouzuki, que Tefarikis compuso luego de tocar en el Hermanopulus Guitar Festival, en la isla griega de Syros en 2006.

En 2009 regresó a la música eléctrica, rockera y virtuosista, cuando llegó a la final del concurso internacional Guitar Idol, efectuado en Londres, con sus composiciones "Opus 8" y "Rocket", que escribió especialmente para estos efectos. El material fue publicado junto a otras feroces sesiones de guitarra eléctrica solistas, como "Power I", "Power III" y "Power IV", en el disco Opus 8 (2009).