Marisol García

Entre la cueca y el pop
Mundos musicales muy diversos ocuparon a Cristián Schmidt tras la primera disolución de Elso Tumbay, en el año 2000. Como guitarrista invitado de Los Tricolores se adentró en la esencia de la cueca brava y llegó a tocar con su máximo inspirador, Nano Núñez. Pero en paralelo mantuvo colaboraciones en vivo y en estudio para gente vinculada al pop independiente, como Javiera Mena y Rodrigo Jarque. En el año 2000 autoeditó un disco solista, apenas difundido. Las composiciones que siguió desarrollando en los años siguientes decidió grabarlas y presentarlas junto a su hermana Antonia Schmidt, profesora de música y antigua colaboradora de Huaika.

La intención de Michu no es exactamente la de hacer folclor, sino que «música experimental con ritmos folclóricos», en sus palabras. En menos de media hora de duración, el álbum II (2007) armonizó tintes de cueca, música chilota, percusión de fiestas religiosas del Norte, electrónica y rock. Según Cristián, al trabajar «pongo el folclore en primer lugar, porque a partir de esos ritmos nos vamos para otros lados. La canción de Michu viene del guitarreo». El bajista Javier Barahona y el percusionista Juan Pablo Bosco (Huaika, Los Jaivas) fueron piezas de esa grabación sin fácil clasificación, y en la que se escuchan instrumentos como tiple, guitarra eléctrica, contrabajo, percusiones, caja y congas.

Cristián Schmidt se ha ocupado de manera esporádica en encargos para montajes de teatro y danza, y es suya la banda sonora del filme Malta con huevo, del director chileno Cristóbal Valderrama. Antonia, en tanto, mantuvo un proyecto de música hindú y fusión electrónica, a la vez que trabajó como profesora escolar de música y ha fortalecido una constante discografía solista. Con los dibujos de sus alumnos se armó el clip para “Regálame una monedita”, primer single del dúo, más tarde disuelto como tal.