Rodrigo Alarcón L.
Wilfredo Rolando Labarca Rolla nació en los alrededores de las avenidas Domingo Santa María y Vivaceta, en lo que posteriormente sería la comuna de Independencia, pero la parte más relevante de su infancia y juventud transcurrió en un pasaje de calle Moneda, entre Libertad y Esperanza. Ahí se forjó su pasión por el fútbol y la Universidad de Chile, que lo llevó a probarse en clubes profesionales y, décadas más tarde, a ocuparse como representante de futbolistas. Ahí también ocurrieron sus primeros acercamientos a la música: en compañía de José Alfredo Fuentes, su compañero de curso en el Instituto Alonso de Ercilla, tocó la guitarra y dio vida al efímero dúo Los Springs, donde además ensayó sus primeras composiciones.
En 1966, poco después de que su amigo se convirtiera en astro juvenil, él también se estrenó como cantante: fue con el single “Tu ausencia / Fue una tarde”, grabado en los estudios Splendid junto a Los Primos, grupo que acompañaba al popular Pollo Fuentes y a varios artistas del sello Caracol, además de publicar sus propios discos. Así, Wildo se hizo parte de un grupo de jóvenes continuadores de la Nueva Ola, que desde comienzos de la década había consagrado figuras como Cecilia, Peter Rock, The Ramblers y Los Red Juniors. “Indiferentemente”, “Gente que me habla de ti” y “Verano azul” son canciones que puso a circular entonces, como parte de un repertorio que también alimentó a otras figuras: con Buddy Richard firmó “Quiera Dios” (1971), que luego fue grabada también por Los Ángeles Negros; y su amigo Pollo Fuentes grabó “En la puerta del colegio” (1970), que seis años más tarde alcanzó estatus internacional gracias a la versión del mexicano José José, acreditada también al compositor chileno Blas Lobos.
El vínculo con el "Príncipe de la canción" se extendió en el tiempo y permitió que las composiciones de Wildo alcanzaran su mayor resonancia. Para entonces, ya estaba instalado en Ciudad de México, adonde había llegado a fines de agosto de 1973, buscando un nuevo impulso para su carrera. En la capital mexicana había sido recibido por el futbolista chileno Carlos Reinoso, ídolo absoluto del popular América, que en 1976 incluso llegó a grabar otra composición de la dupla Wildo-Lobos: “Llevo en mi pecho los colores del América”. Gracias a ese anfitrión clave, pronto se hizo un lugar en la poderosa industria discográfica local, componiendo para otros artistas y viviendo de los derechos de autor.
Luego de casi una década en México, Wildo volvió a Chile y en 1983 representó a Chile en el Festival de la OTI, que se celebró en Washington D.C. (EE.UU.), con “La misma vida, el mismo modo”. Fue una época en la que se convirtió en participante habitual de Sábados Gigantes y otros estelares televisivos y en la que volvió a tener un éxito grabado por José José: “Como tú” (1989). Ya en los años 90, puso a prueba su experiencia y ejerció como productor para nuevos nombres de la música chilena: trabajó en el primer disco de La Sociedad y en algunas canciones de Ariztía.
Aunque en un momento intentó distanciarse de la Nueva Ola, durante el siglo XXI Wildo se transformó en uno de sus promotores. Bajo el título “Los inolvidables de siempre”, en 2018 dio forma a un concierto que reunía a figuras como José Alfredo Fuentes, Horacio Saavedra, Germán Casas (The Ramblers) y los Hermanos Zabaleta, con quienes recorrió teatros y casinos de diversas ciudades. Más allá de ese espectáculo, mantuvo su presencia en medios como la televisión y la publicación esporádica de nuevas canciones. En plena pandemia, por ejemplo, compuso "Volver a empezar" (2020), un sencillo que aludía a las restricciones sanitarias de la época y convocó a casi una veintena de artistas, entre los que se contaban Cecilia, Ginette Acevedo, Pedro Messone, Gloria Simonetti y Luz Eliana.
Actualizado el 13 de septiembre de 2022