Manuel García

Manuel García
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En la generación de cantautores chilenos que comenzó a destacar desde el año 2000 en adelante, Manuel García se ha ubicado como uno de los más importantes, gracias a una propuesta que ha hecho dialogar trova y rock, a una poética identificable, y a un persistente ritmo de trabajo —en Chile y en el extranjero—, constante tanto en presentaciones en vivo como en grabaciones. Integrante fundador del grupo Mecánica Popular, el cantante y guitarrista ariqueño fue desarrollando en paralelo a esa banda proyectos solistas que se encauzaron de modo definitivo a fines de 2005, cuando publicó su primer álbum como cantautor, Pánico. Desde entonces, su disposición a enriquecer su cancionero en sonidos y contenidos lo ha encaminado en ascenso, cruzando además su trabajo con el de colaboradores y socios relevantes, como Ángel Parra CerecedaÁngel Parra Orrego, Mon LaferteLos Bunkers. Su música ha figurado, además, en otras de teatro, películas y documentales nacionales; además de haber sido reconocida por premios relevantes (Premio Nacional de la Música 2008, entre muchos). La suya ha sido una trayectoria de vocación clara —«a los ocho años comencé a sentir los primeros latidos del trovador», ha dicho— y cuyo desarrollo resulta ineludible en el análisis de la canción chilena en la era digital.

Ficha

Fechas

Arica - 01 de marzo de 1970

Región de origen

Arica y Parinacota

Décadas

1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Manuel García

En la generación de cantautores chilenos que comenzó a destacar desde el año 2000 en adelante, Manuel García se ha ubicado como uno de los más importantes, gracias a una propuesta que ha hecho dialogar trova y rock, a una poética identificable, y a un persistente ritmo de trabajo —en Chile y en el extranjero—, constante tanto en presentaciones en vivo como en grabaciones. Integrante fundador del grupo Mecánica Popular, el cantante y guitarrista ariqueño fue desarrollando en paralelo a esa banda proyectos solistas que se encauzaron de modo definitivo a fines de 2005, cuando publicó su primer álbum como cantautor, Pánico. Desde entonces, su disposición a enriquecer su cancionero en sonidos y contenidos lo ha encaminado en ascenso, cruzando además su trabajo con el de colaboradores y socios relevantes, como Ángel Parra CerecedaÁngel Parra Orrego, Mon LaferteLos Bunkers. Su música ha figurado, además, en otras de teatro, películas y documentales nacionales; además de haber sido reconocida por premios relevantes (Premio Nacional de la Música 2008, entre muchos). La suya ha sido una trayectoria de vocación clara —«a los ocho años comencé a sentir los primeros latidos del trovador», ha dicho— y cuyo desarrollo resulta ineludible en el análisis de la canción chilena en la era digital.

Marisol García

Desde el Norte Grande
Nacido y criado en Arica, Manuel García siguió en esa ciudad nortina estudios de Música e Historia y Geografía. Se mudó a Santiago en 1994, donde comenzó con clases de guitarra clásica junto a Luis Orlandini y se asoció a diversos proyectos musicales, de entre los cuales destaca su participación en el álbum Musi-cachi-lena (1997), de Mario Rojas. Más tarde fundó el grupo Coré, inspirado en la raíz latinoamericana, y también con otros músicos de oficio en sus filas. García dejó en 1998 la banda para concentrarse de modo prioritario en Mecánica Popular, un grupo con influencias de trova y de rock, con el cual llegó a publicar varios álbumes.

Pero fue la publicación de su primer disco como cantautor, Pánico (2005), el hito que demarca su carrera. Con trece composiciones propias que denotaban una sensible mirada del mundo y las relaciones interpersonales —y la parcial colaboración de compañeros suyos en Mecánica Popular, como Christian Bravo y Diego Álvarez—, el trabajo distinguió a García como una voz importante. No se hablaba aún de un trayecto puramente solista de su parte.

Surgió a mediados del 2006 una invitación significativa, cuando García se integró como único intérprete solista al proyecto con el que la orquesta y coro sinfónicos de la Universidad de Concepción quería rendirle tributo a la música de Víctor Jara. Con arreglos especialmente compuestos por Carlos Zamora y bajo la dirección de José Luis Domínguez, la obra Víctor Jara sinfónico se estrenó en noviembre en el teatro de esa universidad con dos funciones repletas que motivaron espontáneo entusiasmo y hasta la aprobación de Joan Turner, viuda del cantautor asesinado. El montaje fue más tarde replicado en Santiago y Valparaíso.

En 2007, García presentó durante un mes el espectáculo "Exile" en Barcelona (proyecto de musicalización de poesía realizado junto al catalán Guillamino), dando así inicio a un intercambio creativo con España que no dejaría de sumar viajes en los años siguientes, para presentaciones en varias ciudades. «hombre de voz sedosa […], de guitarreo ágil y minucioso, que se expresa con profundidad y poesía en cada frase», lo describió en una de esas visitas un cronista del diario El País. El chileno ha sido también invitado frecuente a México y otros países en los que proyecta un trabajo internacional, acompañado del desafío de grandes escenarios en Chile, como lo han sido el teatro Caupolicán, el Movistar Arena y los festivales de Viña y Olmué.

Además de ubicar canciones suyas en varios filmes chilenos (destacan dos documentales de Maite Alberdi, La memoria infinita y El agente Topo, aunque también su contribución musical a La ciudad de los fotógrafos y Los 33, entre otros), existen cuatro documentales con el propio Manuel García como protagonista: Catalejo (2007), Las horas del día (2010), Retrato diez años (2015) y Una historia en tres canciones (2021); este último, el encuentro entre el música y la banda Cluster, integrada por músicos ciegos.

Una discografía sinuosa
Nunca se ha alejado Manuel García de la esencia de la cantautoría, pero sus discos muestran variaciones de dirección, arreglos y contenidos, y por ello merecen la detención uno a uno, sin definiciones generales. Para Témpera (2008), por ejemplo, el músico estuvo acompañado de integrantes de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción, así como en Acuario (2012) sorprendió con la incorporación de bases electrónicas y sonidos asociables al pop (evidentes en el exitoso primer single que le da título al álbum. Harmony Lane (2016) fue un disco grabado en Pensilvania (Estados Unidos), inspirado en la rica tradición musical del sur de ese país, mientras que el interesante La jaula de los sueños olvidados (2024) resume las muchas inquietudes que despertó en el cantautor la demandante situación de coyunturas de los años previos a su publicación, estallido social chileno y pandemia global incluidos.

En esa secuencia de publicaciones, su decisión de regrabar su primer álbum (en los estudios de Silvio Rodríguez, en La Habana) y relanzarlo en 2025 como Pánico (VMG) —«versión Manuel García», introducción al habla incluida— marca un hito atípico en el medio.

Se asoman, también, discos trabajados en asociación, como el orquestado Los habitantes (2017), junto a Sebastián Vergara, Sebastián Errázuriz y el Ensamble MúsicActual; Retrato iluminado (2014), con determinante apoyo (en estudio y en vivo) del guitarrista Ángel Parra Orrego; y Abrazo de hermanos (2019), a dúo con el argentino Pedro Aznar. El caminante (2022), en tanto, fue un trabajo de cruces, que probó el prestigio de García en el contexto latinoamericano, en un disco que pudo convocar a figuras como Eva Ayllón, Silvio Rodríguez, El Kanka, Martirio, Depedro y Mon Laferte, entre varios más.

Manuel García comanda una carrera extendida y de valiosos lazos, en la que ha probado que resulta estrecho calificar su música sólo dentro del cauce de la trova. Además del profesionalismo, distingue a su trabajo hasta ahora el interés por afirmar un estilo propio, cosmopolita y contemporáneo.

Actualizado el 15 de marzo de 2025