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La Guacha:
"Es nuestra versión de la música latina, de nuestra raíz"
Disco: Virgen
(2010/2011) | Video: "Rancherita pa' la mamita"
Elementos del rock, pop, funk y jazz junto a ritmos latinos como el
bolero, la salsa, la cumbia y la ranchera se encuentran en el sonido
del cuarteto La Guacha en su primer disco, Virgen (2010), reeditado en una nueva versión en 2011 por estos cuatro músicos: Juan Pablo Escares (guitarra), Rodrigo Mora (batería), Soledad del Río (voz) y Alexis Bugueño (bajo), en ese orden en la foto.
"Un viaje por hartos estilos", es la definición de la cantante. "Sentimos que no nos parecemos a nada, y eso nos gusta", agrega.
"Cada uno tiene un rollo particular con la música",
describe el guitarrista. "Rodrigo (Mora, el baterista) se
apega al rock progresivo y la música latina. La Sole tiene onda con el
bolero y la tradición chilena. Alexis (Bugueño, el bajista) y yo
(Escares), con el jazz y el rock".
Con estas influencias el grupo viene componiendo desde 2009. "Es
nuestra versión de la música latina, de nuestra raíz, pero en base a lo
que somos hoy, a nuestra identidad", explican, acerca de las canciones.
"Tienen que ver con la humanidad, el sentir del hombre a través de
relatos sobre amor y desamor. Harto desamor, sufrido… de ése que habla
de la soledad, del ser guacho, sentimientos y emociones que llevan
desde el llanto al baile".
El primer single "Rancherita pa' la mamita": "Virgencita yo te pido que me cures
esta yaya / y que me ayudes a llevar mi llanto y mi dolor / Mi mamita
yo le rezo pa' aguacharme entre sus piernas / Pa' encontrar en el
camino / el cuento de mis antiguos / No sé de dónde soy / y no se pa'
dónde voy". "Habla de la
identidad de la banda", dice Soledad. "Del no saber de dónde se es, ni para dónde se
va, del mestizaje de culturas que queremos rescatar" (foto: Alejandro Gálvez).
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Evelyn Cornejo:
"De la tierra salía un ruido profundo"
Disco: Evelyn Cornejo
(2009/2011) | Video: "Los ratones"
Nació en Caliboro y creció en Maule, dos pueblos de la propia región
del Maule. Los cantos evangélicos de sus padres y las dos salas de la
escuela donde se educó en el mismo pueblo son parte de las primeras
influencias para Evelyn Cornejo, que ahora, a los treinta años,
presenta la versión formal de Evelyn Cornejo
(2009), un disco que en su año de estreno fue difundido sólo por medio
de Internet y que en 2011 es publicado en su versión palpable.
La música la acompañó en su crecimiento, desde que en los fines de
semana escuchaba a sus tíos tocar y cantar tonadas y folclor chileno y
argentino en la guitarra. "Le tomé cariño cuando estaba en el liceo",
comenta acerca del instrumento, en el que se inició aprendiendo
canciones de Los Prisioneros, Violeta Parra y Fiskales Ad-Hok. Y lo que recuerda como un estreno más formal fue una actuación en el
Festival de La Tonada, en Talca, donde interpretó la canción "La
gallina y el león", que había escrito a los dieciocho años.
"Fue la
primera vez que canté una canción mía. Antes me daba vergüenza",
recuerda. Aunque no ganó, quedó entre los finalistas. Y fue otro
festival, el Filo Rock, de la Universidad Católica del Maule, el que le
permitió conocer al rapero Subverso, quien iba a producir su disco
luego de conocer sus grabaciones artesanales. La invitó a su estudio de grabación en Santiago,
luego ella volvió a Maule y el productor se quedó en la capital
trabajando en el disco.
"Me gustó
mucho porque interpretó con los instrumentos las letras de las
canciones", dice ella. El primer single de Evelyn Cornejo
es "Los ratones", una metafórica canción sobre el desamor y el engaño, junto al contenido social y las metáforas de "América sí", "Alerta" o
"Planta medicinal" y a sonidos de guitarra, cuatro,
trompe y didjeridú, instrumento tradicional australiano. "Imita el
sonido de la tierra", dice la cantante a propósito de este último, "y
creo que es verdad porque, durante el terremoto y sus réplicas, de la
tierra salía un ruido profundo que atrapa y ese instrumento suena
similar" (foto: Diego Fontecilla).
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Natalia Contesse:
"La tierra y el viento cantan a través de la tonada, la cueca"
Disco: Puñado de tierra
(2011) | Video: "Ay que sí, ay que no"
Como resultado de una investigación en la música tradicional
basada en la tonada, la cueca y las décimas está definido el disco
Puñado de tierra, de la cantante y autora Natalia Contesse, quien tras integrar grupos como Detucuna Atutumba y
Vena Raíz entre 2002 y 2009, inicia su definitiva ruta como solista.
Tras sondear primero en la cueca, Natalia Contesse conoció a la
folclorista Margot Loyola y se volcó hacia la tonada y la cantora campesina, interesada en la trilogía de
mujer, canto y guitarra. A la par conoció en Concepción a la también
folclorista Patricia Chavarría, con quien se interiorizó en la guitarra
campesina, y en Pirque al cantor a lo poeta Alfonso Rubio, con quien
se acercó a la décima. "Me empapé por un lado de la cueca urbana, por
otro del canto a lo poeta con don Alfonso Rubio y finalmente de la
tonada y la cueca a través de la cantoras".
En Puñado de tierra la autora aborda temas como el amor imposible, expresado en el single "Ay que sí, ay que no", y el aprecio por la naturaleza, en las "Décimas al agua" o en "Aysén y Arauco", escrita a partir de una visita a la llama "ruta de
la madera" en la región de Bío Bío. "Están inundando Aysén y secando
Arauco / A la señora Rosa la están matando / Por no querer vender / Su
pedazo de tierra / En silencio le están haciendo la guerra / Por no
querer dejar esa montaña / Y la rodearon de pino / Quedó sin igual /
Los pinos le secaron toda la chacra / Muertos sus animales, muertas las
plantas".
En Puñado de tierra participan los músicos Javier Cornejo (piano,
violín y arreglos), Javier Mardones (guitarra), proveniente de
Vena Raíz Gisella Flores (arpa), Pablo Vidal (contrabajo) y Nicolás
Ríos (percusión). "En esta parte de Sudamérica la tierra y
el viento cantan a través de la tonada, la cueca", concluye Natalia
Contesse. "Por eso creo que hago esta música, porque cuando voy al
campo ando caminando por ahí y me vienen estas melodías. Siento que en el lenguaje de nuestra tierra habitan estos géneros
musicales" (foto: Pamela Albarracín).
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Carolina Nissen:
"Las canciones son súper personales y sencillas"
Disco: Carolina Nissen
(2010/2011) | Video: "Miedo"
" Cumplo en todas partes / Y eso lo hago muy bien / Sé lo que
todos quieren / Pero de mí no lo sé muy bien" son algunos versos
de la canción "Siempre igual", de Carolina Nissen. Fue escrita en 2008,
pero figura en su primer disco, Carolina Nissen
(2010), el mismo que ahora reaparece en una nueva versión reeditada en
2011. Y esos versos reflejan tanto el espíritu del disco como la
historia que motivó a esta cantante y autora a mostrar su
música.
Carolina Nissen nació en Valdivia, estudió piano en el conservatorio de
música de la Universidad Austral de Chile y luego pedagogía en
educación musical en la misma universidad. En paralelo a sus estudios
de piano emprendió tareas junto al músico y productor Claudius Rieth
como parte de la obra "Música del cuerpo", del proyecto "Cuerpos
pintados". Y del invierno de 2008 datan sus primeras composiciones
personales, a partir de la búsqueda personal de un cuarto propio.
El disco fue lanzado en abril de 2010 en un concierto junto a Marcos
Meza (piano y teclados), Bettina Nissen (glockenspiel), Jorge Fortune
(bajo) y Claudius Rieth (batería), los músicos que la acompañan hasta
hoy. "La invitación a ver este trabajo fue el mismo disco que entregué
a mis amigos y familia, a la gente más cercana", recuerda la cantante.
"No tenía ninguna pretensión, sólo quería compartir el período que
había pasado con mi gente. Pero me llegaban mails muy inspirados y me
llamó mucho la atención lo que provocaba en la gente, porque las
canciones son súper personales y sencillas".
Doce melodías componen el disco. "Pienso en ti"
, el primer single, suena desde 2010; en "Guindo" se remonta a su
hogar de infancia, y en "Miedo" hace una declaración en tiempo presente. "Ahora que no hay
vuelta atrás / Me desespero en pensar / En todo lo que no hice / Y lo
que no haré jamás". "Esta canción representa el momento que estoy viviendo, porque no
quiero quedarme con cosas pendientes en la vida", dice Carolina Nissen
en 2011, año en que acaba de renunciar a su actividad como profesora para dedicarse sólo a su música, con un disco que es una especie de diario de vida cantado. Tal vez por
eso no lleva otro nombre que el de la misma cantante (foto: Pamela Albarracín).
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María Colores:
"Van a encontrar sinceridad"
Disco: Llamadas perdidas
(2011) | Video: "Llamadas perdidas"
Su primera canción es una melodía optimista con acompañamiento de piano
ligero. " Tienes llamadas perdidas en tu corazón / No pienses más porque
es hora de saber / La verdad se quiere aparecer / Qué será lo que
puedas encontrar / Escucha, que tu silencio sabe bien", canta María
Colores en una melodía que tiene por nombre también el título de su
disco debut: Llamadas perdidas.
Se llama María Magdalena Ortiz, tiene 29 años y presenta un repertorio
definido como pop amigable, que se remonta a unos inicios como compositora junto al productor Toly Ramírez, bajista de
Los Tetas y Funk Attack, con quien trabajó durante un año: "Ahí descubrí que podía componer melodías", recuerda.
Estudió composición en la Escuela Moderna de Música, donde conoció al
pianista Lautaro Quevedo, de Jazzimodo, quien la estimuló a tocar y
estudia piano, y donde formó la banda Madam con a la cantante Paz
Quintana, de Tizana.
Viajera, María Colores reconstituye además viajes por destinos tan
distintos como Valparaíso y Alaska, donde se embarcó en dos cruceros, o Milwaukee y Nueva York. Y su disco también es
considerado un viaje, que pasa de estaciones pop como "Paraíso" y
"Tren de tiempo" al folk norteamericano de "El mundo de tu mano",
compuesta para su amigo Chinoy. "Me ha enseñado muchas cosas sin quererlo, sólo por vivir momentos con él", dice.
"Refleja la magia de la vida, del misterio, de lo invisible y del amor.
Van a encontrar sinceridad y me podrán conocer a través de él", agrega acerca de su disco, con letras en español o
inglés ("Hello", "Canto al sol") y canciones en versiones
bilingües: "Paraíso" ("My own sky") y "Llamadas
perdidas" ("Missed calls"). "Hago música con la necesidad de compartir
con todo el mundo y sentir que vivimos en el mismo planeta" (foto: Pamela Albarracín).
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| Diego Álvarez: "Me presento como un personaje que canta y relata"
Disco: Humo blanco
(2011) | Video: "Bordados"
Hasta ahora había sido guitarrista de los grupos
Mecánica Popular y Bocallave y de la banda del cantante Manuel García.
Pero tras más de una década tocando al lado de otros, el turno de
sacar la voz propia está en el álbum debut del cantante Diego Álvarez, Humo blanco, y a partir de la canción "Bordado".
Diego Álvarez estudió en la Escuela Moderna de Música la carrera de
composición y arreglos en música popular para luego perfeccionarse en
jazz con profesores como Jorge Díaz y Francisco Panchito Cabrera,
legendario guitarrista de hot jazz con quien integró en 1999 la
agrupación Santiago Hot Club, y en composición con el maestro Guillermo
Rifo. En 1999 integró Mecánica Popular también junto a Manuel García, y su siguiente banda iba a ser Bocallave.
"Antes de ser parte de Mecánica Popular ya tenía un repertorio de temas
y estaba componiendo a diario. Lo más radical
es mi voz, que nunca antes había mostrado con Mecánica Popular ni con Manuel. Me presento como un personaje que canta, relata y cuento
diferentes temáticas; no soy tan críptico, más bien mis canciones son
directas porque tengo mucha influencia del rock argentino y
latinoamericano".
Doce canciones componen Humo blanco.
"Hay dos temáticas en mi disco: experiencias muy personales, de amor y
desamor, y también temas abstractos", explica, y el primer single es la citada "Bordados": "Habla
sobre las formas de resguardarse en la vida, es una historia de
angustia y advertencia". Una
historia abierta en cuyo videoclip aparece además un conocido de
siempre como invitado: es Manuel García, que coprotagoniza la historia
y viene aquí a dar una vuelta de mano a Diego Álvarez (foto: Gonzalo Donoso).
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| Los Pata e' Cumbia: "Nos gustan las canciones que hacen bailar"
Disco: La lucha continúa
(2011) | Video: "La ruana"
"Cojos del corazón y de la vida" es la definición que acuñan para sí
mismos Los Pata e' Cumbia: siete músicos enmascarados, bajo el influjo
de la música latinoamericana y la cumbia. "Toda esa
onda de tambores africanos y colombianos, mezclados con guitarras
eléctricas, teclados y toques de sicodelia", definen, es lo que se
esucha en La lucha continúa, su nuevo disco.
Nicolás Botinnelli (voz), Martín Benavides (acordeón y teclados), Sergio Massardo (guitarra), Gabriel Díaz (trompeta), Joel Becerra (bajo), Felipe Hurtado (batería) y Alejandro Guzzoni
(percusión), son los integrantes de este grupo, que nació como una
banda de covers de canciones y artistas como el cantante español Camilo
Sesto o el sensacional organista venezolano Tulio Enrique León. "Pero a medida que empezamos a escuchar estas canciones, a aprender a
tocarlas y sentirlas salieron rápidamente temas de nosotros", explica
Guzzoni.
"Nos gustan las canciones que hacen bailar a
la gente", declara Bottinelli, el cantante, y
en consecuencia el disco es un combinado de
cumbia con toques de ska, cueca y rock. "La ruana", canción popularizada por la banda argentina Los Wawancó en
los años '60, es la primera destacada de estas diez composiciones., y en "Boquita de cereza", con
ritmos andinos mezclados con cumbia, invitan a Ginette Acevedo, exponente de la canción chilena de raíz
folclórica y latinoamericana y también de las baladas desde los años
'60.
En vivo Los Pata e' Cumbia aparecen con máscaras de luchador
mexicanas, guatemaltecas y peruanas: "representan el color
latinoamericano de la banda y dan alma de fiesta", dice Botinnelli, que
en el repertorio de su grupo contiene composiciones propias y
de Camilo Sesto, Camilo Salinas y los citados Wawancó. "Tiene canciones
frescas, covers, propias y de amigos. Es para escuchar y bailar, para
compartir en casa y fiestas populares" (foto: Diego Fontecilla). |
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| El Enganche: "Para nosotros la cueca está siempre presente"
Disco: Cueca urbana
(2011) | Video: "Propietario hipotecario"
La cueca no deja de estar presente entre las nuevas partidas de grupos
musicales chilenos. "Mantenemos la esencia de la tradición de la cueca
libre, extrovertida, deslenguada, poética, y la mezclamos con
modernidad en arreglos musicales y letras", es la declaración que hacen
los hombres de El Enganche, nuevo sexteto cuequero que debuta con su
disco El Enganche.
Christian Coloro Heyer (voz y guitarra), Pedro Suau (voz y pandero), ambos como fundadores, junto a Cristián Mancilla (voz y tañador), Diego Valtierra (acordeón), Alexander Muñoz (piano) y Giancarlo Valdebenito
(contrabajo) componen este grupo. Suau y Coloro Heyer comparten la
inclinación por la cueca desde 1999 e iniciaron el grupo entre amigos,
según recuerdan.
El disco arranca con la cueca "El Enganche", sólo con voces y con el
manifiesto de versos como "Que viva el canto a la rueda / La tradición
popular / La fiesta con los amigos / La costumbre de cantar". Y es una
revisión de experiencias de gente común y corriente,
dicen. "Es un poco como ha sido la cueca de la ciudad. Una crónica
de lo que pasa, pero visto como protagonistas, desde una perspectiva
más entretenida", dice Coloro. "Uno hace la canción basado en la gente.
La gente te cuenta una historia y tú ves cómo se comparte",
agrega Suau.
El single elegido es "Propietario, hipotecario", inesperadamente
apropiada al escándalo de la multitienda La Polar 2011. "Habla de las
situaciones graciosas y a la vez complicadas de meterse en un crédito,
y la necesidad de éste", dice Heyer. "La cueca es una forma de
vivir, tiene que ver con tu identificación. Hace trece años me encontré
con la cueca y fue verme en un espejo. Hablan de las cosas que te
pasan, de los lugares que conoces y con los términos que hablas",
agrega. "Para algunas personas la cueca dura dos días al año", saca la
cuenta Pedro Suau. "Para nosotros está siempre presente" (foto: Diego Fontecilla). |
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| Gabriel Betancur: "Desde que tengo uso de razón veo pura belleza"
Disco: Gabriel Betancur
(2011) | Video: "Luna, lunita de miel"
Con "Luna, lunita de miel" fue a ganar en 2008 el 39° Festival del
Huaso de Olmué (2008). Es una canción "dedicada a destacar los valores
de la mujer", explica su autor e intérprete, Gabriel Betancur, nacido
en Curacautín y radicado en Cañete, ahora que la misma "Luna, lunita de
miel" es parte de su nuevo disco.
Durante el día, Gabriel Betancur trabaja como auxiliar en el Liceo
Gabriela Mistral de Cañete, y en las tarde se dedica a su vocación
musical. "Desde que tengo uso de razón veo pura belleza, veo un
paraíso", dice. "La música es una necesidad, nació conmigo, yo no he
hecho nada para ser músico".
El disco consiste en once canciones, todas de su autoría, ligadas al
vals, las baladas, el bolero y el folclor en general. La misma "Luna,
lunita de miel" es la primera destacada del disco. Luego, "Las cuatro
velas" es dedicada a su vez a Eduardo Alian Mariñan, de dieciniueve
años, el conscripto chileno que murió al explotar una granada de
mortero de 120 milímetros al interior de un predio militar, en la isla
de Tierra Del Fuego.
"Hay otra estrella en el cielo / Que ha comenzado a brillar / Es un
soldado chileno/ Eduardo Alian Mariñan / Era del lago Lleu Lleu / Un
reflejo sin igual / Y se fue a Tierra del Fuego / La patria lo hace
llamar / y al estallarle un mortero / Anda vida / Se nos va", canta el
cantor ahí. En "Carita de luna", en cambio, Betancur escribe versos a
la madre: "Yo quiero cantarte de todas maneras / Madrecita linda,
carita de luna / Ni la flor más bella / De la primavera / Podría
igualarse contigo ninguna (…) "No hay inspiraciones / Poemas ni cantos
/ Que sean más tiernos / Como tu persona" (foto: Gonzalo Donoso).
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| Elena Venechi: "Hay un don y que viene de parte de Dios"
Disco: Elena Venechi
(2011) | Video: "Hombres de papel"
Venezolana-chilena: eso es Venechi, el apellido de esta cantante. Su
verdadero nombre es Isber Rendiles, llegó a Chile a los once años,
después de haber cantado ya desde niña en su país natal, y luego de
varias experiencias entre el set de TV y las aulas universitarias ahora
debuta con su disco Elena Venechi.
Hija de padres cristianos, participó desde chica en coros de iglesias
evangélicas, y continuó con ello en Chile. "Reconozco que hay un don y
un regalo que viene de parte de Dios. Si yo no expreso el amor que
siento por Él a través de mi canto y el agradecimiento, para mí todo lo
demás es nada", dice.
La cantante fue parte de la segunda generación del programa "Rojo: fama
contrafama", de TVN, luego de lo cual estudió la carrera de
interpretación en canto popular con el grado de licenciada en música en
la Universidad de las Américas, y pedagogía en la Universidad Católica.
El término de su primera carrera fue también el cierre de su conflicto
de identidad, explica. "En la adolescencia sientes que no eres de
ningún lugar y eso es muy fuerte, y alguien que vive la experiencia
entiende la profundidad, porque te dicen 'anda al psicólogo', pero es
mucho más que eso", dice.
Y sobre todo hay varias composiciones de la propia Elena Venechi, como
"Amarte", "Ojos que no ven" y "Eres tú". "Significan muchísimo, pues
por primera vez y de forma tan expuesta muestro mis temas, mis
escritos, eso me costó muchísimo y hoy están en un CD. Pasé de botar
mis creaciones a la basura literalmente, a enseñárselas a un par de
personas, y terminar dándole besitos y pidiéndoles perdón por
esconderlas tanto tiempo" (foto: Alejandro Gálvez).
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| Portugal: "Son canciones bastante terapéuticas"
Disco: Viajes de memoria (2010/2011) | Video: "Nuestro momento"
Fue uno de los grupos nuevos más comentados de la temporada
2010, gracias a un disco que primero dejaron libre para su descarga
gratuita en Internet en formato digital: Viajes de memoria. Al
año siguiente, Portugal reedita ese mismo trabajo en versión física
como una muestra de la atención que concitaron.
Son Mariano Hernández (voz y guitarra), Felipe Cuadra (teclados), Fabián Rosales (bajo), Rodrigo Sáez
(batería). Y el puerto de San Antonio, en la región de Valparaíso, es
su lugar de origen: de allí, en 2005 data el encuentro entre Hernández
y Sáez, con Rosales unido semanas después. Y su sonido incluye
elementos de pop y rock con influencias de la veta melódica que hay en
grupos como Death Cab fo Cutie o The Postal Service.
En Viajes de memoria
hay canciones como "Carta por un extraño" y "Santiago", una visión de
la metrópolis propia de alguien que llega desde las regiones. "Mariano
(Hernández, el cantante) hace canciones bastante terapéuticas, para
sacarse cosas, y la gente se siente parte de ellas porque también han
pasado por lo mismo que está en las letras", dice Rodrigo Sáez, el
baterista.
"Las letras están hechas de procesos, de personas, de cosas
que no fui capaz de decir y tenía que sacarme. Así se me hace cotidiano vivir con ellas", dice el cantante.
Y lo confirman frases como "Nada cura al triste doctor / La ironía su
sermón / Escapa de sí mismo / Su refugio es su perdición" ("Signos y
síntomas"); "Tantos destinos y tan sólo un pasaje / Espero comprar el
que me lleve a la felicidad" ("Donde debo estar"), o "Las calles se
vacían en nuestro momento / Los árboles aguantan su respiración / La
gente se va a levantar de sus asientos / Cuando se enteren de que tú y
yo" ("Nuestro momento").
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Altazores: "Tratamos de reflejar el espíritu y ambiente del país"
Disco: Secreto detrás del caos (2011) | Video: "Lo mejor de ti"
El haber ganado el festival de nuevas bandas organizado por la
universidad Uniacc en 2010 fue el pasaporte directo para que Altazores
grabara su nuevo álbum, Secreto detrás del caos (2011). Es el tercer disco de este trío integrado por Mauricio Herrera (voz y guitarra), Rodrigo de la Rivera (bajo) y Sergio Carlini
(batería). Y son diez canciones, pero es algo más, dicen los Altazores.
"Es una sola obra, donde cada track se va transformando en el
siguiente".
"Lo mejor de ti" es el primer single del disco, con versos como "Me
gusta la fiesta latinoamericana / Somos los de hoy y los de mañana / Lo
mejor de ti / Esperanza en tu pensamiento / Se abre tu mente al
viento", mientras "Vida Tirana" se remite al ritmo de los bailes del
altiplano combinado con rock, pop, arreglos de cuerdas y bases
electrónicas, "Todo está hecho de luz" está grabada sólo en base a un arreglo vocal y también hay temas instrumentales como
"Bicicleta" y "Molotov", surgida a partir del movimiento estudiantil
secundario de 2006.
"Trata de la revolución de los pingüinos. Es una foto de esa época que
quisimos conservar", dice Herrera. "Todas las canciones son
experiencias personales", agrega, pero también tiene en cuenta la
imagen de Chile presente, dice. "Tratamos de reflejar el espíritu y
ambiente del país". A lo anterior Altazores suman "Todo tiene un final”. "Es un disco
súper positivo", destaca el cantante, que ahí grabó líneas como "No
pierdas más tiempo llorando siempre / Que el verano pronto va a llegar" (foto: Alejandro Gálvez). |
