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Relatos de la reconstrucción: este hombre vivió el epicentro

Pedropiedra despertó a las 3.34 del sábado 27 por el terremoto en Chile. Y estaba en Cobquecura.

viernes 5 de marzo de 2010

Ya está dicho que a las tres de la madrugada con 34 minutos del sábado 27 de febrero recién pasado todo Chile despertó con el terremoto grado 8.8 en la escala de Richter que devastó las zonas central y sur del país. Y Pedro Subercaseaux también despertó a esa hora. Con la salvedad de que él y un puñado más de personas abrieron los ojos más precisamente en el punto del planeta donde el sismo registró su mayor poder de devastación: Subercaseaux estaba a un par de kilómetros de Cobquecura, en la zona costera de la región del Maule. En el epicentro del terremoto.

Más conocido como Pedropiedra desde que el año pasado publicó uno de los mejores discos chilenos de la temporada, titulado también Pedropiedra, este cantante, músico y compositor se ha escuchado además con la canción "Ay ay ay ay" en la banda sonora de la película "La nana", del cineasta Sebastián Silva, con quien integra además el grupo CHC. Y para el sábado pasado llevaba dos días en la localidad de Los Maquis, aledaña a Cobquecura, de vacaciones en la casa de su hermana, Clarita, con quien también comparte la alineación de otro de sus grupos, Yaia.

–Es una casa nueva, de adobe, de dos piezas. Estábamos durmiendo cuando vino el terremoto, salimos al tiro y apenas llegamos afuera se cae una pared –recuerda ahora el músico, algunos días después del desastre y de regreso en Santiago–. Pasó casi al tiro: a los treinta segundos la casa ya estaba rota. Había luna llena, eran las tres de la mañana pero hacía calor, no corría viento… era muy raro. A mí me dijeron que duró como cuatro minutos.

¿Además estaban cerca del mar?
–La casa está en un cerro. Y a los cinco minutos parecía como cuando metes un palo en un hormiguero: gente subiendo al cerro, a pie, en auto, de otras casas que están cerca, personas que vinieron a ver si estábamos todos bien, la gente con la que mi hermana construyó la casa. Y llegaron unos vecinos de más abajo, arrancando porque podía venir un tsunami. Que al final no vino ahí.

¿Hasta cuándo se quedaron en el lugar?
–Nos vinimos al día siguiente, aunque intentamos volver el mismo sábado. Guardamos todas las cosas en la parte de la casa que no se vino abajo y nos vinimos. Por Cauquenes no se podía ir porque se cayó un puente. Teníamos medio estanque de bencina. Y de repente en la carretera vimos una bomba en la pista contraria, nos conseguimos un balde, hicimos la cola con la gente, conversando. Estaban todos como zombies. Nos tocó el tour del horror. Quirihue, Santa Cecilia, otros pueblos por donde pasamos, San Javier, Parral, en todos esos lugares estaban muchas casas en el suelo.

¿Cómo vieron que quedó Cobquecura? Fue uno de los primeros lugares de los que se supo que había habido destrucción generalizada.
–Pasamos por ahí en el camino de vuelta. Cobquecura era un pueblo fantasma al otro día. Después leí que había quedado como el cinco por ciento en pie, y no estoy tan seguro de que haya sido así, porque muchos frontis estaban en pie, pero sí había muchas casas en el suelo. Ahora vamos a volver. Nos juntamos con unos amigos que van para allá, por un día o dos, a llevar las cosas más básicas a algunos vecinos y a reconstruir esa casa.

–Ese fue prácticamente el epicentro del terremoto. ¿Qué recuerdas del movimiento en ese momento?
–Al tiro cachamos que era un terremoto grande. Yo tenía como seis años para el otro (el anterior, de marzo de 1985), y éste fue mucho más fuerte. Desperté atontado, me caí al suelo. Pero nunca pensamos que iba a ser el epicentro.

—David Ponce
Foto: Felipe Cantillana, revista Extravaganza! (2009).