Para alguien formado en las escuelas del funk y el soul lo esperable hubiera sido una propuesta eléctrica y despojada en su debut formal como solista. Nada más lejos de lo presentado en Vendaval por Rulo (David Eidelstein), reconocido desde su adolescencia noventera como bajista de Los Tetas, amén de su paso por bandas ligadas al funk, al soul y al rhythm & blues de elaboración chilena (Goda, Rayos, Samurai, Esencia, Funkattack). Este estreno honra ese título porque envuelve al auditor con la sorpresa y la fuerza de unos vientos inesperados entre diversidad de timbres (guitarras, órganos, bronces y percusiones del mundo) y sobre todo géneros musicales con énfasis en la América Latina (vals peruano, zamba, cueca) al servicio de una creativa aproximación a la canción de amor. «Parado frente al destino / veo claro mi camino / todo lo que he aprendido / y todo lo que se ha ido», canta Rulo en la composición que da título al disco, y lo mismo podría ser una canción de amor o una declaración autobiográfica de los aprendizajes y las maduraciones musicales que vienen a hacer una cumbre en su primer disco personal. —Marisol García