Grabado el 2 de julio de 2019 desde el David Rubenstein Atrium, uno de los escenarios del Lincoln Center de Nueva York, este álbum despliega la música y la idea del bajista Ernesto Holman alrededor de la "resistencia ternaria". Representa un pensamiento vinculado al pulsar de la tierra en el hemisferio sur, donde el ritmo es eminentemente ternario, en contraste con el ritmo binario que él señala no solo domina el hemisferio septentrional sino que lo impone a través de la globalización. De este modo, su presentación en Nueva York, en el marco de los conciertos "Atrium 360" dedicados a las músicas del mundo, fue una plataforma para poner en consideración sus ideas. Holman encabeza nuevamente su etnojazz trío, un ensamble electroacústico con que había desarrollado una importante etapa de su trayectoria como compositor y que había dejado registrados álbumes como De raíz y Árbol: Gustavo Cerqueiras (piano) y Josué Villalobos (batería). Con este conjunto presentó su repertorio sustentado tanto en la cueca chilena como el choike purrún mapuche, matrices desde donde estallan esos pulsos de tres tiempos. —Iñigo Díaz