2010
Tricahue es un proyecto de música contemporánea académica que sin embargo recorre territorios hacia la música popular. Desde su configuración instrumental, con saxofones, marimba, bajo eléctrico, batería y chinchín, vino a proponer una nueva mirada frente a las partituras doctas de cámara, realizando una investigación de obras para adaptar a su formación, pero también instando a los compositores clásicos a crear partituras dedicadas a este ensamble. Giras por Europa y Asia, así como el disco Primeros vuelos (2018), marcan ese inicio en la música de fusiones.
Canciones diversas que van desde piezas latinoamericanas a standards norteamericanos han sido parte de la carta de presentación que la intérprete Francisca Santa María ha llevado a escenarios tan lejanos como Japón, Vietnam y Australia, donde ella ha mayormente sido voz estelar en hoteles de lujo. Su nombre se incluye entre una serie de cantantes de repertorio que describen Fabiola Moroni, Cristina Araya, Natacha Montory o Consuelo Schuster, y como solista apareció con determinación en 2018 tocando un repertorio escogido que luego grabó en su tardío disco debut, Cerca (2019).
En el triángulo de nuevos guitarristas de jazz que despuntaron al finalizar la década de 1980, aparecen Ángel Parra y Pedro Rodríguez, y en un vértice menos visible también se encuentra Álvaro Bello como otro de esos solistas que se abrieron paso hacia el jazz de la transición. Pero el músico chileno hizo su carrera largamente en París, ciudad en la que se radicó desde 1991 y desde la que logró no solo sus mejores momentos como sideman y en el liderazgo de sus propios proyectos jazzísticos, que incluían acordeón francés, sino también como compositor de música para escena y para imagen.
El cantautor penquista José Riquelme cultiva en su proyecto personal la experimentación a través del pop, con temáticas íntimas, y líricas que juegan con las posibilidades del lenguaje. La influencia de la música religiosa por parte de su madre, la introducción al rock por el lado de su padre, y la ruralidad de su infancia y adolescencia en Carampangue determinan el trabajo de Ineino.
Con un pasado como modelo, que incluso la llevó a participar como candidata en el concurso de belleza Miss Chile en 2002, Trinidad Alliende se convirtió luego en cantante pop y autora de canciones de corte romántico. Además, mientras estudiaba canto en Valdivia descubrió el paisajismo como una profesión paralela.
Tres cuartas partes de Los Tetas siguieron trabajando a partir del año 2004 bajo el nombre Funk Attack. El nacimiento del grupo fue la inevitable consecuencia de la disputa entre integrantes que terminó temporalmente con la alianza de Los Tetas, fracturada luego de la salida del guitarrista C-Funk y su determinación por quedarse con el nombre de la banda. El conflicto fue luego superado con su reunión, en 2011, dejando a esta facción en pausa.
Vernáculo es uno de los tempranos proyectos musicales de los hermanos Cuturrufo de Coquimbo, el compositor e investigador Rodrigo (n. 1968), el baterista Marcelo (n. 1970) y el trompetista Cristián (1972-2021), integrantes de una familia que devota del culto mariano. Desde esos tiempos, participaron sobre todo en las fiestas grande y chica de la Virgen de Andacollo, y a partir de esa experiencia se encaminaron hacia este proyecto de observación y reconstrucción de la música de los bailes chinos. En 1999 publicaron el disco Viva la Chinita de Andacollo, con una mirada mestiza de la música, utilizando flautones, tarkas, ocarinas, trompeta, bombos y tambor chino. El disco llevaba la bajada de "jazz nativo", como una manera de expresar estas fusiones.
Conocido en Chile como el “fantasista del violín” y en diversos escenarios del mundo como el “políglota musical” “el hombre-orquesta” o el “multifacético artista chileno”, por los llamativos espectáculos que ofreció desde 1963, Ricardo Arancibia del Canto fue uno de los músicos más sorprendentes surgidos desde Valparaíso. Creador de piezas como la tonada “Dieciocho sin ti” o la emotiva melodía de violín “Tristeza gitana”, su historia se describe por el más resuelto solismo musical, que lo llevó a dominar la guitarra española, la guitarra hawaiana, el bouzuki, la mandolina, el arpa, la trompeta y el violín.
Ya se Fueron es la banda de rock que desde 2014 presenta en sus líneas al escritor, cronista y poeta Roberto Merino, autor de libros como Horas perdidas en las calles de Santiago y Transmigración, quien había iniciado un proceso de composición de canciones antes de estudiar Literatura en la universidad y había abandonado por años. Acompañado además por otros músicos fundadores, como Sebastián Astorga y Nicolás Letelier (ambos con militancia en Puta Marlon), la banda se centró de lleno en una estética de la psicodelia, con rasgos nítidos de música improvisada y de atmósferas de sonido. Ya se Fueron apareció entonces en una escena musical independiente con sus álbumes Uno (2014) y Enero (2017), editados por el sello Cápsula Discos.
Trostrigo es el seudónimo de Rodrigo Jorquera, cantautor que creció en Rancagua y se inició como compositor cuando se estableció en Argentina. En diez años, su música pasó de la canción acústica y de sonido casero a un pop colorido e inquieto, un camino que le ha permitido mostrar sus canciones en distintos continentes y contar con colaboraciones de nivel internacional.
Al frente en la generación de nombres del pop chileno del siglo veintiuno, Javiera Mena ha ganado un reconocimiento creciente desde 2010 a partir del uso despierto y natural de las plataformas digitales. De ese modo ha expandido su música en Chile, Argentina, México y España, países donde ha cultivado audiencias fieles gracias a sus discos y a éxitos como "Hasta la verdad", "Luz de piedra de luna", "La joya" y "Espada". A ellos suma colaboraciones con el dúo noruego Kings of Convenience y la cantante mexicana Julieta Venegas, junto a una imparable agenda de festivales internacionales. Desde sus inicios en vivo hacia 2001 Javiera Mena se distinguió por su aparición adelantada como solista, su apertura innata a las influencias y su talento en la composición. Como creadora ha mostrado el desprejuicio para componer canciones acústicas, pop o de bases electrónicas por igual, desde sus comienzos en el circuito de música independiente hasta el lugar protagónico que ha ganado en la escena pop chilena de su tiempo.
"Música electrónica en español y formato canción", es como define Teresita Cabeza el estilo musical de su camino solista, que arrancó a fines del año 2015, luego de que su anterior banda, Galatea, descendiera en actividad ante las múltiples ocupaciones de sus músicos. Testa es el nombre que adoptó la cantante, la voz en italiano para decir Cabeza, su apellido. Con ese alias entonces compuso en solitario una serie de canciones en el estilo dance, que fue mostrando en pequeños escenarios de Chile y México. En 2018 ampliaría ese espectro pop con un segundo disco, titulado Simbiosis.
Desde diversos ángulos musicales, Patricio Aravena fue uno de los más grandes exponentes del bajo eléctrico y uno de los primeros en el uso del modelo destrastado durante la era de la fusión que se consolidó en la década de 1980. Su música tanto como solista como acompañante ha descifrado claves de esos mestizajes, desde el rock a la música latinoamericana y desde el jazz al funk. Aravena comparte simulitudes musicales y generacionales con bajistas de fusión como Isidro Alfaro, Jorge Campos o Marcelo Aedo, todos descendientes del pionero Ernesto Holman, que fue, por cierto, su primer y único maestro.
Detrás de una figura como el guitarrista eléctrico Ramiro Molina, nunca hubo demasiados exponentes de las seis cuerdas involucrados con la improvisación libre, salvo Lorenzo Román. De hecho fue uno de los alumnos más avanzados de Molina en sus propuestas de investigación sobre las texturas sonoras y expansión tímbrica, conceptos que lo presentaron como guitarrista de vanguardia en los años 2000. Román se inició como guitarrista clásico, pero desembocó en la improvisación libre (junto a los ensambles de Martin Joseph) y el rock experimental (con el grupo Prolapsus).
Artista visual, compositora y cantante, lo primero que el medio conoció de Begoña Ortúzar fue su vínculo con el productor y músico Cristián Heyne, para un proyecto de dúo que apareció en 2017 con el nombre de Tormenta y un EP titulado Primera parte. Como nombre propio, Begoña Ortúzar reapareció ese mismo año con el EP Siempre estoy a punto de llorar, 23-25, un repertorio de canciones a pequeña escala, un pop de dormitorio sustentado en el piano acústico y el piano eléctrico, y cargado de melancolía.
Un alta dosis de electricidad, una voz que alcanza tonos particularmente agudos y vibrantes presentaciones en vivo son señas para identificar a Las Olas, una de las bandas que surgieron a mediados de la década de 2010 en Santiago para protagonizar un animado circuito de música independiente.
Isa Deyabú y Gabriela Deyas son el núcleo de Deyas Klan, activo dúo rapero femenino de la segunda década del 2000, que se ha multiplicado en varios proyectos con otros músicos, como Alkymia y Clave Baja. Siempre con el mismo sello: dos voces femeninas de “rap de pobla”, como se definen, una importante referencia a la música soul, y poesía con crítica social, reflexiones existenciales y temáticas de género. “No busques excusa / No seas solo musa / Eres lucha / No estás sola / Somos muchas / Cuando nace una rebelde se muere una cartucha”, declaman en “Fémina” (2012).
Banda rockera, que cruza desde la música progresiva hacia el metal. Fue fundada en 2002 como power trío y voz femenina, con influencias en Primus, King Crimson, Univers Zero e incluso los chilenos Fulano. En sus inicios tuvo como cantante a Paula Rojas y luego vivió una rotativa de voces en cortos períodos que incluyó a figuras como María José Levine (Barracos) y Sara Ugarte (Venus). en 2006 editó el disco Kamikazzo, con la cantante Javiera González, y tras cuatro años de suspensión de sus actividades regresó con una nueva formación, manteniendo a los fundadores Rodrigo Salas (bajo) y José Joaquín Vallejo (batería) e incorporando como nuevo guitarrista a Álvaro Campo y como voz femenina a Roxana Sánchez.
La "morenaza de Rancagua" navegó contra la corriente del programa "Rojo, fama contrafama" de TVN. No sólo porque el mercadeo de la imagen privilegió figuras delineadas, caras bonitas y actitud sexy (Daniela Castillo, Monserrat Bustamante), sino porque los primeros lugares del concurso los obtendrían los voces afines a la balada (María Jimena Pereyra, Mario Guerrero). Katherine Orellana no era ni uno ni lo otro. Sus aptitudes escénicas estaban en una presencia vocal sobresaliente y en las canciones orientadas al soul. Así fue como se diferenció del resto, como logró restablecerse tras una eliminación prematura en esa competencia y como llegó a grabar sus discos En ella (2004) y Sigo viva (2005).
Con el nombre de Conny (también presentada solo como Cony), tanto en su personaje televisivo como en el de cantante, Constanza Molina tuvo una breve aparición en la industria de la música y el entretenimiento a través del docurreality emitido en 2011 por Canal 13, con el nombre de "Perla, tan real como tú". Allí aparecieron también otras figuras de la época, como la propia cantante Perla Illich y el dúo Dash & Cangri. Un protagonismo inesperado en esa serie llevó a Conny al canto y a integrar el staff de figuras en el disco Mi gitano corazón (2012). Ella dejó al menos tres canciones pop adolescente romántico en esos tiempos, "No permitiré", "En tu vida" y "Partir de cero", y cronológicamente se instaló como un nombre entre cantantes de teen pop de distintos tiempos, de Lizette a Kim Queenland. Finalizada la emisión del programa Conny salió del ambiente musical y se dedicó al mundo digital, el marketing. las redes sociales y la generación de contenidos como influencer.