Formada por la folclorista chilota Anita López, Vilú se inició en la guitarra sureña a los ocho años, al tiempo que aprendió cantos y danzas tradicionales como parte de un grupo que realizó itinerancias por la Isla Grande. El año 2000 emigró a la capital para continuar sus estudios de Pedagogía en Música. Sus primeras composiciones, que evidenciaban la carga melancólica del folclor sureño y la poesía propia que mezcló con un sentido pop desde diversos ángulos, comenzaron a escucharse en 2009. Un año después inició su trabajo junto al guitarrista Jorge Rubio (Jacinto Turbio), integrante del grupo porteño Cazuela de Cóndor, responsable del revestimiento de esas canciones originales escritas en guitarra.

Un primer adelanto discográfico de sus canciones aparecieron en 2010 en el EP Jacinto y Vilú, que realizó con Jacinto Turbio: "Mar adentro", "Dueño de mi arte" y la aplaudida "Viajero". Su proyecto consolidó su fisonomía a través de una banda estable y un repertorio acabado, que llegó definitivamente al disco en Humedal (2015). Vilú apareció entonces entre una abundante generación de solistas femeninas: Natalia Molina, Natisú, La Pájara, Pía Zapata, Javiera Barreau y Trinidad Doherty, entre otras cantautoras modernas.