Ignacio González

Ignacio González
Foto: Natalia Echeñique

Saxofonista alto, compositor, activo solista y más adelante director de big bands y educador, Ignacio González es un nombre de la generación de músicos de jazz que se tomaron por asalto los escenarios durante la década de los '90, en especial de un Club de Jazz que se abría a una nueva época tras la dictadura. Con una nítida proximidad a los grandes saxofonistas posteriores a Charlie Parker, González es también el hombre que descubrió a un muy iniciado Cristián Cuturrufo, hacia 1988. Se transformaría así en su primer protector y en el compañero inicial para los sucesivos tándems de vientos jazzísticos que tuvo el trompetista.

Ficha

Fechas

Santiago - 15 de agosto de 1967

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1980 |1990 |2000 |2010 |2020 |

Géneros

Ignacio González

Saxofonista alto, compositor, activo solista y más adelante director de big bands y educador, Ignacio González es un nombre de la generación de músicos de jazz que se tomaron por asalto los escenarios durante la década de los '90, en especial de un Club de Jazz que se abría a una nueva época tras la dictadura. Con una nítida proximidad a los grandes saxofonistas posteriores a Charlie Parker, González es también el hombre que descubrió a un muy iniciado Cristián Cuturrufo, hacia 1988. Se transformaría así en su primer protector y en el compañero inicial para los sucesivos tándems de vientos jazzísticos que tuvo el trompetista.

Iñigo Díaz

Entre 1981 y 1985, durante su adolescencia, fue vocalista del grupo de heavy metal Spectro, en plena época de los inicios del culto metalero en Chile. No dejó discos grabados pero sí un videoclip, posiblemente el primero que se haya producido en este campo musical. González tenía una historia familiar de gran cultura musical, desde el folclor y la música sinfónica hasta el rock y el soul que conoció en su vida en Estados Unidos, cuando la familia debió salir del país en 1973. Había conocido el saxofón durante sus estudios en Concepción, pero ya de vuelta a Santiago,  en 1988 llegó por primera vez al Club de Jazz de Ñuñoa. Así se unió a una generación joven que estaba ingresando: el guitarrista Dani Lencina y la contrabajista Alejandra Santa Cruz, entre otros, fueron sus compañeros en esos tiempos.

Por ese período, y sin mayor conocimiento técnico del saxofón que la escucha de discos, comenzó a tocar con los músicos mayores: Mickey Mardones, Daniel Lencina, Sammy Domínguez, Alejandro Espinosa y Carlos Figueroa López, quien sería un profesor clave en su historia. González fue entonces alumno de saxofón de Cristián Crisosto y Marcos Aldana. Es el tiempo en que se encontró con Cristián Cuturrufo, entonces un joven de 16 años que había llegado poco tiempo antes desde Coquimbo. Se hicieron inseparables y en cierta forma González fue un joven padrino de Cuturrufo, tocando jazz puro, swing y bebop, hard bop y latin jazz. De esa experiencia surgió en 1990 en el septeto Motuto.

Tras la salida de Cuturrufo del grupo en 1992, González mantuvo el liderazgo de Motuto en una formación de quinteto hasta 1994. La segunda mitad de los '90 la dedicó mayormente a producir proyectos: el grupo Cyberjazz (1998), que montó con Dani Lencina; el sello Bolchevique Records (1999), que lanzaría los discos debut del bajista Christián Gálvez y el guitarrista Federico Dannemann, además del concierto realizado en La Batuta (2001), que desembocó en el álbum Jazz lab 0.1 (2003).

Orquestas infantiles de jazz: la experiencia como educador
En 2004 integró el quinteto comandado por Cuturrufo y gestionó la gira a las Islas Británicas que finalizaría ese mismo año con el álbum Perdidos en Londres, reeditando así la primera gran dupla de vientos del trompetista. Ya en 2010 se trasladó a Concepción. Allí mantuvo su actividad como músico, a través del disco Ignacio González Cuarteto (2010), con una sección rítmica formada por Marlon Romero (piano), Rodrigo Galarce (contrabajo) y Félix Lecaros (batería). Además, como gestor cultural puso en marcha ciclos musicales como "Jazz Up" y "Picnic Jazz".

Impulsado por Gernard Morninweg, creador de la Conchalí Big Band, en 2014 comenzó a formar y dirigir orquestas infantiles y juveniles de jazz en Concepción. La primera de ellas fue la big band perteneciente al Liceo Enrique Molina, proyecto que poco después ampliaría a otros semilleros en distintos colegios y la Big Band Interescolar de Concepción. Pero sobre todo, su proyecto alcanzó otra dimensión en 2016, cuand formó la Big Band Concepción Jazz, elenco adulto que llegó a actuar en el Teatro Regional del Biobío con la cantante Claudia Acuña en el verano de 2020.

Actualizado el 03 de abril de 2021