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Fue con la canción "Mi only one", estrenada en 2017 con un videoclip casero que se rodó en el Estadio Monumental de Colo Colo, que la veinteañera Trinidad Riveros alcanzó visibilidad en esas mismas redes sociales como nueva y controvertida figura. Desde luego recibió una andanada de intensas críticas pero al mismo tiempo obtuvo réditos y presencia en ese panorama naciente para el pop y se convirtió entonces en un fenómeno virtual.

De esa primera experiencia surgió Del cielo (2018), con canciones como "Digital angel" o "Diamantes", mixtape inicial de una carrera que fue tomando cada vez más forma y peso musical. Ese material fue presentado en Ruidosa Fest y a fines de ese mismo año tuvo un lanzamiento en el primer concierto de Princesa Alba en solitario en Matucana 100.

La cantante y autora se movió entonces entre el trap, el R&B y el pop melódico, con una música producida a través de las herramientas digitales. Ungida entonces como una de las primeras "trapstars" de esa época, comenzó a ampliar su alcance con colaboraciones junto a Gianluca ("Summer love"), Gepe ("Tupenaesmipena"), Dulce y Agraz ("Nada que temer") y el DJ argentino Louta (el remix de "Ya no quieres quererme"), además de trabajos con productores como Francisco Victoria, Pablo Stipicic y el argentino Nico Cotton.

Todo ello es parte de una inmediata segunda época en la historia musical de Princesa Alba, quien pasó de una producción rudimentaria a trabajos de mayor alcance. Sus canciones "Convéncete", "Me equivoqué" y "Mi culpa" marcaron entonces ese camino de eclecticismo musical y su llegada al sello Quemasucabeza consolidó la figura de Princesa Alba no solo en el trap y un reguetón sometido a procesamientos, sino en una música pop de baile. Su primer disco largaduración, Besitos, cuídate, (2021) contó con la participación de la argentina Miss Nina y el trapero catalán Pimp Flaco. Más adelante, ya consolidado ese material, lanzó un remix del single "Besitos, cuídate" junto a la cantante española Paula Cendejas.