Luis Artigas

Luis Artigas
Foto: archivo Álvaro Menanteau

Junto con figuras como el baterista Lucho Córdova, el tubista Domingo Santa Cruz o los pianistas Giovanni Cultrera y Pepe Hossiason (además de músicos, también ávidos difusores del jazz), un músico aferrado a las más profundas raíces jazzísticas llegaría desde la sureña Los Ángeles para incoroporarse a la escena de los años ‘50. Con el contrabajo o el trombón en las manos, pero sobre todo desde su trabajo como gestor y disc-jockey radial, Luis Artigas fue uno de los personajes de la época en que hot jazz chileno llegó a consolidarse totalmente.

Ficha

Fechas

Los Ángeles - 21 de junio de 1935
Santiago - 08 de mayo de 2005

Región de origen

Biobío

Décadas

1950 |1960 |1970 |1980 |

Géneros

Luis Artigas

Junto con figuras como el baterista Lucho Córdova, el tubista Domingo Santa Cruz o los pianistas Giovanni Cultrera y Pepe Hossiason (además de músicos, también ávidos difusores del jazz), un músico aferrado a las más profundas raíces jazzísticas llegaría desde la sureña Los Ángeles para incoroporarse a la escena de los años ‘50. Con el contrabajo o el trombón en las manos, pero sobre todo desde su trabajo como gestor y disc-jockey radial, Luis Artigas fue uno de los personajes de la época en que hot jazz chileno llegó a consolidarse totalmente.

Alvaro Menanteau / Iñigo Díaz

Artigas descubrió el jazz bailable cuando apenas tenía ocho años. Entonces ya era un campeón del swing y un notable bailarín al son de los boogies de Count Basie. Paralelamente estudió piano y se mantuvo escuchando discos de orquestas de jazz sin mayor guía que la sola intuición. A las audiciones de Basie sumó la magia de Duke Ellington, tal vez su mayor inspirador, y cuando cayó en sus manos la traducción de Jazz hot (Hughes Panassié) por Pablo Garrido, se convirtió definitivamente al jazz.

Clubes, festivales y programas de radio: conversemos de jazz
Los hitos para Artigas llegaron uno tras otro en la década de 1950. En 1955 inició su propio programa jazzístico en radio Agricultura (que se extendió hasta 1975 y que lo vinculó con el baterista y el más importante disc-jockey de la época, Paco Deza). En 1956 asistió como representante de su radio al primer festival de jazz de Concepción, circunstancia que lo conectó con el entonces pianista Edgardo Tribilín Oyarce (más tarde llegaría a los Santiago Stompers como trompetista).

En 1957 fundó el Club de Jazz de Los Ángeles, siguiendo los ejemplos recientes de este último enclave y el que generó una pequeña escena en Valparaíso. El club estaba orientado a las audiciones musicales, pero pronto se decidió conformar una banda de la casa. Obviamente Artigas lideró estos acontencimientos, comprando un contrabajo para Arturo Ravello, uno de sus más cercanos hombres en el jazz. Se habla de una mítica (y muy informal) jam session en el Salto del Laja cuando Artigas llegó desde Santiago en un Pontiac cargado de instrumentos para los miembros de su club.

En 1958 aparecería en el segundo Festival de Jazz de Concepción como contrabajista de un trío con Tribilín Oyarce al piano y Mario Lagos en la batería. Fue el momento en que Artigas pasaría al trombón, liderando al conjunto dixie Bío-Bío Stompers (195?-), y luego seguiría alternando como contrabajista en los Five Strings (1964) y los Swing and Company (1970). Durante toda es época fue además uno de los responsables de las históricas visitas de Elvin Jones, Phil Woods y Barney Kessel, como gestor musical del Instituto Chileno-Norteamericano, apadrinó la primera grabación de la Retaguardia Jazz Band (Años 1920-1930, 1974) y llegó a ser presidente del Club de Jazz capitalino en el difícil bienio de 1974 y 1975.

Diez años fuera del país y un regreso en 1985 donde no logró reubicarse del todo en el ambiente jazzístico lo alejaron de los escenarios. El 8 de mayo de 2005 falleció en un accidente automovilístico cuando se encontraba ad portas de editar su libro con una visión personal sobre los cien años del jazz. El volumen, estudio como manual de acercamiento al jazz, fue publicado a comienzos de 2009 por la Editorial Andrés Bello con el título de Conversemos de jazz.

 

 

Actualizado el 08 de abril de 2021