Iñigo Díaz
Originario de la ciudad de Corral, en el borde costero valdiviano, Martínez se vinculó tempranamente con la música y vivió de cerca el último aliento del esplendor portuario. A fines de los años ’50, Chalupa Martínez se convirtió en percusionista y su primera experiencia estuvo descrita por militancias en grupos juveniles de música popular. Los discos de Louis Armstrong, Benny Goodman y Glenn Miller que llegaban al puerto de mano de los marinos definieron, así, su futuro.
Debutó en la batería en 1958, en el Hotel España, y hasta 1959 formó en diversos conjuntos de música popular: Guarani, Los Bijou y Los Ases del Ritmo (no confundir con el clásico jazztet dirigido en Santiago por el trompetista Luis Huaso Aránguiz). En 1960, el maremoto acabó con la historia de Corral, destruyendo de paso los instrumentos musicales. Martínez emigró entonces a Santiago para integrarse a la escena del Club de Jazz y tocar con músicos generacionales como el pianista Omar Nahuel, pero decidió regresar al sur, hacia 1965.
En 1973 se inicia la verdadera historia musical de Chalupa, vinculado ahora con el pianista Fernando Wohlwend y el contrabajista Pedro Espinoza, con quienes integró su primer trío valdiviano. En 1975 se unió al proyecto el guitarrista Víctor Biscupovic y de este modo se completó el cuarteto, llamado Conjunto Experimental de Música de Vanguardia de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Austral, que desarrollaba repertorios de cámara. En 1979, las modificaciones de la línea conviertieron al ensamble en el Trío de Jazz de la Universidad Austral.
Liderados por Wohlwend como compositor, el proyecto deja el jazz avant-garde para adentrarse en el lenguaje de la fusión contemporánea en boga en esos años. Al igual que en el caso del Sexteto Hindemith 76 en Santiago, que por la influencia del baterista de jazz Orlando Avendaño comenzó a incorporar swing a sus interpretaciones, en Valdivia estos conjuntos adquierieron acentos jazzísticos gracias a Chalupa Martínez. Su actividad musical continuó por tres décadas como sideman de jazzistas capitalinos de paso en Valdivia como Daniel Lencina, Alfredo Espinoza y Jorge Díaz, y colaboraciones con agrupaciones de jazz y fusión, incluida la La Rata Blusera. En octubre de 2008, una serie de músicos valdivianos celebraron sus 50 años como baterista con un gran concierto celebrado en el Teatro Lord Cochrane: “Si yo hubiera nacido en Paillaco, Máfil o San José tal vez sería cantante de rancheras, pero como nací en Corral, soy baterista de jazz”. Un epitafio para el músico que falleció el 9 de agosto de 2011.
Actualizado el 30 de marzo de 2018