Iñigo Díaz

Nacido en la ciudad de Los Andes, tras esos inicios como músico de apoyo, la búsqueda musical de Nando García tuvo un momento divisorio durante el confinamiento por la pandemia. Alentado por un amigo, produjo un primer grupo de canciones de esencia folk, con guitarra y una voz cercana al oído del auditor, que se convirtió en un EP casi perdido en la historia, donde aparecía tímidamente esa identidad suya como cantautor contemporáneo: "Weco", "Cable" y "Los Andes nos va a enterrar a todos" marcaron en Tripa o cable (2021) ese primer esbozo musical. Más adelante, García dio un golpe con el disco Pirueta (2021) que llegó a ser nominado en la categoría Mejor Cantautor en los premios Pulsar de 2022. El álbum, con canciones confesionales como "Coraza" o "Grito y plata" junto a Chini.png, fue descrito por él como "el soundtrack para la historia de un joven homosexual, de región que se viene a Santiago, se enamora y le rompen el corazón. Es súper figurativo, aborda otras temáticas del amor queer o ser gay, pero sin ser tan literal ni explícito".

Influencias de Nando García se pueden encontrar en solistas de una generación precedesora, autorías como las Camila Moreno, Benjamín Walker, Diego Lorenzini o Javier Barría. De este último, sobre todo, Nando García tomó un tono de canto íntimo y un sentido en la escritura de canciones, que incluso puede ser entendido como textual cuando en "No siempre es triste llorar" Nando García escribe "Es que tu corazón es mi hogar", lo que remite a la canción "Mi corazón, su casa", de Barría, quien luego participaría en la producción de su siguiente trabajo y que sería un integrante en su banda ampliada.

Compartiendo como invitado en conciertos de cantautoras como Rosario Alfonso y Dulce y Agraz, y también en conciertos de apertura como el que ofreció para el uruguayo Lisandro Aristimuño, en 2024 Nando García publicó el disco Decir amor. Allí dio un paso más, desde la austeridad del folk como "música de dormitorio" a una propuesta musical con banda alrededor, sonidos orgánicos y uso de la electrónica ("Prometer algo", "Palabras bonitas", "Aquí"), que marcaron su siguiente posición en el pop independiente.