Realizó sus grabaciones iniciales de manera independiente, antes de fichar en el certamen televisivo cuyo premio al primer lugar era nada menos que el escenario de la Quinta Vergara para la versión 2004 del Festival de Viña del Mar. Al interior del reality show, Bernardita Henríquez se perfiló como baladista AM de registro grave (contralto, en nomenclatura lírica) muy característico y tras finalizar el concurso cristalizó en Berni Henríquez (2004) su trabajo previo.

Para la publicación de este álbum se rodeó de un no menor equipo de asesores de todo tipo, contó con canciones del productor musical Pablo Castro, ex La Sociedad ("Enséñame", "No sé si mañana"), y de la joven cantante Johanna Rezzio ("Podrías"), además de un par de ensayos personales como autora. Pero en comparación con otras figuras del TV pop (Daniela Castillo, Mónica Rodríguez, María Jimena Pereyra), nunca contó con demasiada popularidad por lo que rápidamente salió de las plataformas mediáticas de difusión, para continuar con su trabajo a pequeña escala, aunque más adelante abandonaría definitivamente la industria de la música de su tiempo para continuar en el campo de la educación emocional.