David Ponce
Sus publicaciones vienen apareciendo en Europa bajo esos seudónimos desde el año 2000, aunque también con el nombre de algunas de sus sociedades, como Sense Club (con Ricardo Villalobos) y Monne Autumne (con Pier Bucci y Argenis Brito). Pese a viajes esporádicos a Chile, han sido países como Suiza y Alemania los que han visto el grueso del desarrollo musical de Nicolet.
Sonido de wurlitzer
Lucien Nicolet Zaror nació en 1978 en Lignerolle, pueblo montañés de Suiza, hijo de padre suizo y de madre chilena establecida en ese país por motivos de estudio. De ambos recibió una influencia y los primeros discos de vinilo con los que recuerda haber jugado fueron los de la empresa de wurlitzers de su padre.
En Chile vivió más de una década, a partir de 1988, y en 1997 empezó a actuar como DJ Magi-k junto Adrián, Siddhartha, Euphoria! y otros colegas en fiestas santiaguinas. "Me acuerdo de eso y me pregunto cómo era posible, cómo logramos hacerlo. Siempre tocaba los mismos discos", recuerda, aunque una muestra del crecimiento de ese circuito fueron los Encuentros con la Technocultura (1997), en los que participó junto a figuras como Señor Coconut (el alemán Uwe Schmidt), Washington Miranda o Plan V.
En el 2001, Nicolet volvió a Suiza y se integró al cartel que varios de esos mismos chilenos fijaron en Alemania. Dandy Jack, Pier Bucci o Ricardo Villalobos formaron con él grupos paralelos como Monne Automne, Sense Club y Carabina 3030. "Siempre estamos juntos, como si viviéramos en la misma ciudad", explica. "Fuimos influenciados por la escena alemana. Todos empezamos escuchando al mismo tiempo a los músicos de Detroit, pero cada personaje de Chile y de otros continentes tiene una diferente visión que mostrar de eso. Está muy relacionado con la cultura propia".
Esa visión está en la mezcla de deep techno y electro con elementos sureños, y en los sugerentes títulos de doce pulgadas y EPs como "Indio muerto" (2001), grabado tras un viaje al valle del mismo nombre en el norte de Chile; "Madre" (2001); Capricciosa (2002) o "La limonada de Pepe Bombilla" (2003). "Cuando vuelvo aquí siento que soy más chileno allá que acá", dice, en alusión a Chile. "Es cien veces más importante lo que aporta la cultura acá que allá".
Hoy Luciano vive en Arzier, otro pueblo nevado de mil habitantes en los Alpes suizos, y sigue activo como músico y DJ. Mantiene además, un sello propio: Cadenza. Se ha presentado en vivo en Japón. Sudáfrica, Perú, Argentina, Canadá, Estados Unidos, España, Alemania, Suecia y Suiza, y en Chile actuó como Sense Club en el festival Mutek de 2003 en Valparaíso. Como DJ, volcado a estilos techno y house minimal, es residente del club Weetamix en Ginebra y actúa semanalmente en diversos países europeos.
"Trabajo como DJ porque me entretiene y es muy diferente a hacer música o tocar en vivo. Tienes una posibilidad increíble si el DJ es inteligente para darse cuenta de que va a dibujar la línea de la noche. Es más una formación de entertainer, no tiene tanto que ver con la cosa musical. Igual uno tiene que tener la base de un instrumento, percusión, cuerdas…", dice: en su caso ese instrumento es la guitarra. "La toco desde hace tiempo. No quiero decir que no se pueda hacer música con máquinas, pero soy totalmente partidario de que hay que tener conocimiento de una nota, una armonía".
Su más reciente publicación es Sci.Fi.Hi.Fi_02 (2006), un largaduración con etiqueta Soma en el que Luciano ofrece una de sus mezclas en vivo como un flujo hipnótico que, en sus palabras, corresponde a "una selección cuidadosa que ofrece de manera breve e intensa mi visión sobre el baile, cruzando varios estados de energía". Se combinan allí tracks de Matt John, Adam Beyer y el propio Ricardo Villalobos.
Actualizado el 03 de febrero de 2016