Cristián Cuturrufo

Como una de las figuras que lideraron el jazz de los '90, el trompetista Cristián Cuturrufo puso su sello en la escena de esa época aplicando un muy sólido revisionismo de la música bebop con sus dotes de solista e improvisador. Cuturrufo asimiló este lenguaje venido desde Nueva York para imprimirle un carácter chilenísimo a su música, hecho que finalmente lo llevó a una categoría referencial y le redituó gran popularidad. Con sus propuestas musicales, que van desde el jazz puro al latin jazz y desde el swing nacional al latin funk, además de su gestión en la puesta en marcha de festivales y clubes nocturnos de música, Cuturrufo fue un hito en la cronología del jazz chileno. Su muerte temprana en 2021, como resultado de la pandemia, ocasionó consternación en la comunidad musical.
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Cristián Cuturrufo
Como una de las figuras que lideraron el jazz de los '90, el trompetista Cristián Cuturrufo puso su sello en la escena de esa época aplicando un muy sólido revisionismo de la música bebop con sus dotes de solista e improvisador. Cuturrufo asimiló este lenguaje venido desde Nueva York para imprimirle un carácter chilenísimo a su música, hecho que finalmente lo llevó a una categoría referencial y le redituó gran popularidad. Con sus propuestas musicales, que van desde el jazz puro al latin jazz y desde el swing nacional al latin funk, además de su gestión en la puesta en marcha de festivales y clubes nocturnos de música, Cuturrufo fue un hito en la cronología del jazz chileno. Su muerte temprana en 2021, como resultado de la pandemia, ocasionó consternación en la comunidad musical.
Iñigo Díaz
Siendo niño se inició en la música en su Coquimbo natal, a través de la influencia de su padre, el acordeonista Wilson Cuturrufo, cabeza de una familia de intérpretes vinculados a las tradiciones musicales del puerto y de las fiestas populares de la región. Tras participar en una serie de agrupaciones locales, Cuturrufo comenzó una formación académica y técnica como trompetista docto en la Universidad Católica, donde integró el grupo de cámara Ensamble Gabrieli entre 1991 y 1993. En el intertanto de su primera formación universitaria, el músico se fue alejando de la doctrina y el rigor académicos, al tiempo en que comenzaba a frecuentar el Club de Jazz de Ñuñoa como un adolescente.
Allí conoció al saxofonista alto Ignacio González, el primero que lo detectó merodeando por ese epicentro musical hacia 1988. Ambos se hicieron inseparables y comenzaron a tocar jazz. Así el muy iniciado Cuturrufo tuvo sus primeras apariciones en jam sessions del Club de Jazz y conjuntos espontáneos con músicos como Alejandra Santa Cruz, David Castañeda y el propio Ignacio González. Cuturrufo ya estaba muy influenciado por el bebop de figuras como Dizzy Gillespie y Fats Navarro. Más adelante conocería el latin jazz y sus ritmos demoledores, que lo reconectaron con esa historia de Coquimbo, Playa Changa, Tongoy y Andacollo, tan plagada de cumbia y ritmo y tambores.
Después de Lencina viene Cuturrufo
Cuturrufo dio muestras de todo ello cuando se unió al grupo de latin jazz Motuto en 1990. Con ese septeto tocó en espacios de baile y música afrocubana hasta 1992. Ahí se relacionó con gran parte de los músicos que seguirían a su lado durante años y entonces pudo calibrar su categoría como adelantado solista. Luego viajaría a Cuba para profundizar sus estudios de música popular, ritmos afrocubanos y jazz. A su regreso, Cuturrufo había crecido en estatura solística.
Alejado ahora del jazz latino, se centró en el jazz puro, el bebop como lenguaje central y en 1995 comenzó su escalada como líder de bandas. Fue el inicio de una carrera que lo llevó a desarrollar la estructura del quinteto como plataforma para sus fenomenales y altamente inflamables solos. Cuturrufo fue reconocido entonces como el trompetista más rápido y ardiente desde que el jazz fuera dominado por Daniel Lencina en los '70 y los '80. Indirectamente, Cuturrufo recogió del propio Lencina lecciones sobre bebop y sobre contacto con el público.
Tras grabar una de sus primeras colaboraciones en el jazz con el Ángel Parra Trío y su velocísima intervención bebop en "Condorito vive" en 1992, Cuturrufo dirigió sucesivos quintetos por los que desfilaron gran parte de los jazzistas de los '90: los saxofonistas Ignacio González, Jimmy Coll y David Pérez, los guitarristas Jorge Díaz, Dani Lencina y Federico Dannemann, los bajistas Felipe Chacón, Christian Gálvez y Cristián Monreal, y los bateristas Iván Lorenzo, Carlos Cortés y Andrés Celis, entre otros. Su primer disco, Puro jazz (2000), es resultado de todas las aventuras que tuvieron lugar en los años '90, la década de la transición, también para el jazz chileno.
El trompetista tuvo participaciones en distintos proyectos. El más visible fue el cuarteto Los Titulares, del baterista Pancho Molina, con el que grabó sus primeros dos álbumes. También trabajó con los grupos Vernáculo y Cutus-Clan, dirigidos por su hermano, el compositor y percusionista Rodrigo Cuturrufo. Ambos ensambles observaban la música popular: el primero fue organizado prácticamente como una agrupación de corte etnomusicológico, una creación a partir de la música en el culto mariano. El segundo tendría un carácter más político, social y pagano, como una orquesta mutante de boites nortinas.
Su carrera como líder de quintetos se extendió hasta bien entrados los años 2000, con la grabación de sucesivos discos de latin jazz (Latin jazz, 2002) y bebop y hard bop (Recién salido del horno, 2003), que completan entonces la primera trilogía de trabajos plenamente jazzísticos. También registró apariciones como trompeta solista con The Universal Orchestra (en el disco Concierto sabor a jazz, 2004) y con El Farol Big Band (en Llegando al puerto, 2006). Su siguiente curce musical lo uniría a una estrella de la música chilena, el pianista de la vieja guardia Valentín Trujillo.
Junto al maestro del piano popular el trompetista adquirió una mejor posición en términos de repertorios musicales y de alcance masivo, al girar por Chile con las sesiones de duetos swing que registró con el pianista en los álbumes Jazz de salón (2004) y Villancicos (2005). Además, Cuturrufo integró un grupo consular, que se presentó como Chilejazz Quinteto, un elenco de grandes solistas de su generación (con Federico Dannemann, y Rodrigo Galarce, entre otros), que lo instaló por 30 días en una gira las Islas Británicas y con el que grabó pronto el disco de registro de esa experiencia titulado Perdidos en Londres (2004).
Porcinology: antología de treinta años
Pero su regreso al jazz-funk, en todo caso, estaba predestinado, y fue entonces que Cuturrufo terminó por predominar en los círculos juveniles con incendiarias apariciones, tras la edición del disco Cristián Cuturrufo y la Latin Funk (2006) con su sexteto habitual y swing chileno (Swing nacional, 2007) junto al trombonista Héctor Parquímetro Briceño, quien sería su tercer gran compañero de duplas de viento en su historia, tras las experiencias colaborativas con Ignacio González (saxo alto) primero y Jimmy Coll (saxo tenor) después. Ese mismo año se recuerda una maratón de horas de vuelo nocturno cuando realizó siete presentaciones en una sola noche alternando dos cercanos clubes de jazz del barrio Bellavista, El Perseguidor y Miles, desde y hacia donde el coquimbano entró y salió para tocar hasta llegado el amanecer.
Durante 2009, el trompetista volvió a hacer noticia con una extensa gira por Nueva Zelanda y el Sudeste Asiático, donde puso a su poderoso quinteto de jazz y funk latinos en escenarios exóticos con una música que ya era exótica para aquellos públicos. Cuturrufo logró críticas favorables en medios especializados con conciertos en Indonesia, Singapur, Malasia y Tailandia.
A mitad de 2009 publicó su primera antología de jazz, titulada Treinta años en trompeta y para enero de 2010 se presentó por primera vez en el Festival Providencia Jazz al mando de un ensamble multinacional de once músicos donde figuraron su colega swing Jimmy Coll (saxo tenor solista), Claudio Rubio (saxo tenor de sección), Eduardo Peña (bajo eléctrico) y Carlos Cortés (batería), que abordaba nuevamente la música de raíz afrocubana y el latin jazz.
Un paso a la leyenda
Esa continuidad discográfica se interrumpiría allí, cuando el trompetista intensificó su trabajo como productor de encuentros y citas musicales como el Festival de Jazz de Las Condes, que llegó a reunir a 3.000 espectadores en el Parque Alberto Hurtado, además de la creación de clubes de jazz como The Jazz Corner (2013) y Boliche Jazz (2017). Su siguiente aparición en un disco fue con el elenco estelar que grabó un concierto en el club Blue Note de Nueva York, junto a Christian Gálvez, Nelson Arriagada y Alejandro Espinosa, registro publicado por el sello Pez bajo el título The Chilean Project live at the Blue Note (2016).
Luego de largo tiempo de no publicar álbumes al ritmo que venía ofreciendo, el trompetista presentó un trabajo titulado Socos (2019), donde presentó una única composición nueva ("Socos") y reeditó otras piezas unidas por la idea del regreso a Coquimbo y a la Cuarta Región, su tierra natal. Por ese tiempo, ya residiendo en la capitalina Comunidad Ecológica de Peñalolén —que él llamó su "segundo Coquimbo"—, se unió a los músicos Jorge Campos (bajo) y Pedro Greene (batería) para iniciar un conjunto de tres figuras. Con ellos llegó al Festival de Jazz de El Cairo en noviembre de 2020 y el registro de esa sesión más adelante se transformaría en una de los primeras grabaciones del trompetista editadas póstumamente. Esa expedición a Egipto fue su viaje final.
Con ese mismo trío dio su último concierto en El Kahuín de Peñalolén. Ocurrió en marzo de 2021, en plena pandemia: Cristián Cuturrufo falleció poco después, a los 48 años, como resultado de severas complicaciones ocasionadas por el coronavirus. Su personalidad y su capacidad para conectarse con las audiencias, además de su altura musical, la amplia discografía que dejó y el rol principal que tuvo en la consolidación de una nueva edad para un jazz "chileno-chileno", lo transformarían en una pequeña leyenda en la música nacional.
El trompetista de Coquimbo traslada a su primer disco las experiencias obtenidas en los intensos años '90 alrededor del Club de Jazz. Su solo título viene a definir uno de los tres frentes que lo identificaron. Puro jazz es jazz puro, y así es como expone su aproximación a la raíz más profunda y primaria, representada en la música de trompetistas clásicos como Roy Eldrige y Dizzy Gillespie. Más adelante, Cuturrufo también mostrará en nuevos álbumes su inclinación por otros estilos, como el jazz afrolatino en Latin jazz (2002) y el jazz-funk en Cristián Cuturrufo y la Latin Funk (2006). Pero este debut representa el testimonio que el trompetista está tomando de manos de su antecesor, el uruguayo Daniel Lencina. Además de la inclusión de standards como "Woody'n you", "Indiana" y "Stablemate", Cuturrufo aporta dos originales y suma un arreglo bebop para el foxtrot de 1971 "Cacharrito", escrito por su padre, Wilson Cuturrufo, y revisitado junto al promisorio Federico Dannemann (guitarra), Christian Gálvez (contrabajo) y Pancho Molina (batería). Las piezas propias son "El himno", donde el trompetista toca con Ángel Parra (guitarra), Roberto Lindl (contrabajo) y Moncho Pérez (batería); y "Porcinology", pieza inspirada en la "Ornithology" de 1946 de Charlie Parker, y que será su primer tema emblemático, aquí ejecutado con Marcos Aldana (saxo tenor), Jorge Díaz (guitarra), Felipe Chacón (contrabajo) y Alejandro Espinosa (batería). Si bien desde 1996 el trompetista mantenía activo un quinteto para actuar en clubes, queda de manifiesto que Puro jazz será entonces la fotografía de una época y su espíritu, con el cónclave de músicos que ocuparon los espacios a lo largo de la década de la transición. —Iñigo Díaz
Canciones
1. Stablemate
2. Porcinology
3. Woody'n you
4. Cacharrito
5. Is it true about sexy
6. Indiana
7. Cirrus
8. El himno
Canciones
1. Caravan
2. Limbo jazz
3. Song of my father
4. Recordarme
5. Conga blues
6. Song of my father (toma 2)
El club El Perseguidor fue uno de los cinco enclaves en la historia del trompetista Cristián Cuturrufo. Figura joven del Club de Jazz de Ñuñoa durante todos los años '90, representante del jazz nortino en el Club de Jazz de Coquimbo, fundador y animador de The Jazz Corner y activo en el Kahuín de Peñalolén, donde dio su último concierto, Cuturrufo marcó una época tocando semana a semana en ese local del barrio Bellavista. En 2002 llevó a uno de sus quintetos a El Perseguidor para una sesión de altísima temperatura, registrada en este álbum que cierra su primera trilogía (junto con Puro jazz, 2000, y Latin jazz, 2002). Recién salido del horno representa aquella idea de una música auténtica, cercana y llena de espontaneidad, con la palpitante experiencia del directo, los gritos de aliento del público y las improvisaciones formidables y también trastabilladas. El quinteto se completa con David Pérez (saxo tenor), Federico Dannemann (guitarra), Joseph Pérez (contrabajo) y Carlos Cortés (batería), el que recorre un repertorio bebop y hard bop, con música de Dizzy Gillespie ("Woody'n you") o de Miles Davis ("All blues") y piezas propias de gran estilismo ("CF blues"). —Iñigo Díaz
Canciones
1. Woody'n you
2. All blues
3. Darn that dream
4. 3° pisco
5. C.F. blues
6. Bernie's tune
Jazz de salón marca una entrada del trompetista Cristián Cuturrufo en nuevos terrenos musicales después de su trilogía jazzísitica de discos iniciada con Puro jazz (2000). Aquí se sitúa en un ambiente distinto al del club, un espacio reducido, la sala de conciertos o el antiguo salón de té, que permite apreciar al detalle la conexión melódico-armónica entre dos solistas. Jazz de salón también será para el pianista Valentín Trujillo un reinicio de su trabajo en dúos, que se verá con mayor nitidez durante los siguientes años. La dupla, de generaciones musicales distintas y con 40 años de diferencia, se conectó por primera vez en la presentación para los Premios Altazor de 2002, donde tocaron piezas clásicas como "Mack the knife" (George Gershwin). Poco después, Trujillo y Cuturrufo dieron continuidad al proyecto de dúo de piano y trompeta, considerando un repertorio comisariado íntegramente por este maestro del piano y virtual enciclopedia de la música: standards como "September song" (Kurt Weill), "Tenderly" (Walter Gross), "Misty" (Erroll Garner) y "What is this thing called love?" (Cole Porter), boleros como "No te importe saber" y "La noche de anoche" (René Touzet) y el original del propio Trujillo, de 1958, "A lo Shearing". —Iñigo Díaz
Canciones
1. September song
2. A lo Shearing
3. Anything goes
4. They all laughed
5. Tenderly
6. Misty
7. La noche de anoche
8. No te importe saber
9. What is this thing called love?
10. Mack the knife
Disco colectivo que reunió a un grupo de jazzistas y que fue el resultado de una gira realizada en 2004 por las Islas Británicas. El conjunto se presentó como Chilejazz Quinteto, incluyendo a Cristián Cuturrufo (trompeta) e Ignacio González (saxo tenor) como solistas principales, y una sección rítmica con Federico Dannemann (guitarra), Rodrigo Galarce (contrabajo) y Carlos Cortés (batería). Actuó en escenarios de Londres, Leeds y de la irlandesa Derry, y además grabó para la BBC.
Canciones
1. La bikina
2. Choriño
3. Mi tripón
4. Tony’s changes
5. Putu
6. Arenosa
7. ¡Yo quiero ser un titular!
Canciones
1. Santa Claus llega al pueblo
2. Blanca Navidad
3. Jingle bells
4. Tamborilero
5. Noche de paz
6. Pero mira cómo beben los peces en el río
7. Fray Jacobo
8. Over the rainbow
-
Canciones
1. Tromba
2. Caravana
3. Coquimmambo
4. Tero
5. Celebro
6. Funky Budha
7. Latin funky
Disco de swing y música popular chilena del trompetista coquimbano Cristián Cuturrufo y el trombonista serenense Héctor Parquímetro Briceño.
Canciones
1. Porky Parki
2. Coleguita swing
3. Summertime
4. Coquinmambo
5. Habanera para Pirisón
6. Ñatos blues
7. Romería
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Canciones
1. Putu
2. Coquimmambo
3. Habanera para Pirisión
4. CF blues

Un año después de que Christian Gálvez diera un concierto con su trío en el club Blue Note de Nueva York, otro conjunto chileno llegaría hasta ese escenario. Un cuarteto presentado como The Chilean Project reunió a solistas principales del jazz en las últimas tres décadas, Cristián Cuturrufo (trompeta), el propio Gálvez (bajo eléctrico), Nelson Arriagada (contrabajo) y Alejandro Espinosa (batería), para ofrecer dos conciertos en el Blue Note el 23 de agosto de 2015 y grabar un álbum con esas presentaciones. The Chilean Project live at the Blue Note adquirirá entonces una categoría de disco histórico, por lo que significó arribar con cuatro músicos desde Santiago hasta Nueva York e ingresar en las programaciones de ese club de la Calle 3. Aquí las mezclas son diversas y también exóticas para el público neoyorquino, toda vez que la música representa un jazz chileno puro aunque también en proceso de mutación, con fusiones de muchas músicas dispares que se fueron instalando en los lenguajes. "Porcinology" y la "Habanera para Pirisón" (Cuturrufo), tocadas en los registros altos de la trompeta, son representativas de esas mixturas. Pero también están "El redentor", "Crisálido" e "Imaginario" (Gálvez), mucho más modernas como fusión contemporánea y con el enfoque cordmelódico del bajista. El pianista Pablo Vergara, radicado en Nueva York, se une al cuarteto para "Celestiado" (Gálvez), mientras que el grupo completo expone una pieza experimental y de jazz-rock creada especialmente para este concierto. "The jazz corner" vino a homenajear a dos espacios para el jazz en el mundo: el famoso Blue Note, del Village, y The Jazz Corner, del provinciano barrio Italia de Santiago, sede habitual de The Chilean Project. —Iñigo Díaz
Canciones
1. Crisálido / Imaginario
2. El redentor
3. Habanera para Pirisón
4. Porcinology
5. Dos acordes
6. Celestiado
7. 7 loves
8. The jazz corner

Como en el cierre de una época, el trompetista regresa conceptualmente a la tierra desde donde surgió como músico: el Norte Chico. Lo hace recuperando material que fue parte de sus primeros repertorios y grabaciones iniciales, antes de dar con lo que se denominó "swing nacional", una mezcla libre entre jazz, funk y cumbia nortina. Ahora en formato de vinilo están el foxtrot "Cacharrito", su "Coquimmambo" y el bebop "Porcinology", en memoria de su malogrado compañero Héctor Parquímetro Briceño. La única pieza nueva es la que titula el disco: "Socos", otro paisaje abstracto del secano costero de la Cuarta Región, que se ubica entre Tongoy y Los Vilos, que Cuturrufo aborda en un estilo de latino con músicos como Lautaro Quevedo (piano eléctrico), Jimmy Frazier (bajo eléctrico) y Carlos Cortés (batería). —Iñigo Díaz
Canciones
1. Socos
2. Coquimmambo
3. Cacharrito
4. Porcinology
5. Indiana

Canciones
1. Right off
2. Socos
3. Kuyen
4. Kuyen (continuación)
5. Octation
6. Dusty McNuggets
-
Canciones
1. Cacharrito
2. Porcinology
3. Indiana
4. Song for my father
5. Woody 'n you
6. Putu
7. Choriño
8. A lo Shearing
9. No te importe saber
10. Baile chino
11. Lolito
12. Coquinmambo
13. Habanera
14. Celebro
15. Tero
Registro en vivo de un ciclo de recitales organizado en el capitalino bar Catedral durante tres meses del año 2006. Producción: Vicente García-Huidobro.
Canciones
1. Cocodrilos con Martini - Catedral en coma
2. Cristián Cuturrufo Latin Funk - Comin' home baby
3. Florcita Motuda - Caradura (Te amo porque eres rara)
4. Electrodomésticos - Has sabido sufrir
5. C-Funk - C-funk 93
6. Mauricio Redolés - ¿Quién mató a Gaete?
7. Akinetón Retard - Survector
8. Inti-Illimani Histórico - La fiesta eres tú
9. Silvestre - Cierro mi paraguas
10. Makiza - Todo va mas lento
11. Patogallina Saunmachín - Vino de tuertos
12. La Mano Ajena - Ashrenu (Doyna)
13. Mediabanda - Nadie quiere mi jingle
14. Cocodrilos con Martini - Catedral en coma
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