Carlos Cortés

Carlos Cortés
Foto: Philippe Blanc

Carlos Cortés es uno de los bateristas fundamentales del jazz de la temprana generación de los 2000. Junto con Félix Lecaros y Daniel Rodríguez, que despuntaron en el circuito hacia 1996 siendo muy precoces, Cortés completa una tríada de solistas que marcaron esa oleada de nuevos baterías, siempre en una expansión y multiplicación de los rumbos musicales. Definido en un primer momento por la dureza de su beat, su aproximación a la música afrolatina, la fusión latinoamericana, el funk e incluso el hip-hop, Cortés fue evolucionando también dentro del jazz contemporáneo en sinnúmero de proyectos como sideman, que más tarde lo llevaron, sorpresivamente, a presentarse frente al órgano Hammond.

Ficha

Fechas

Santiago - 06 de febrero de 1979

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |2020 |

Géneros

Grupos

Carlos Cortés

Carlos Cortés es uno de los bateristas fundamentales del jazz de la temprana generación de los 2000. Junto con Félix Lecaros y Daniel Rodríguez, que despuntaron en el circuito hacia 1996 siendo muy precoces, Cortés completa una tríada de solistas que marcaron esa oleada de nuevos baterías, siempre en una expansión y multiplicación de los rumbos musicales. Definido en un primer momento por la dureza de su beat, su aproximación a la música afrolatina, la fusión latinoamericana, el funk e incluso el hip-hop, Cortés fue evolucionando también dentro del jazz contemporáneo en sinnúmero de proyectos como sideman, que más tarde lo llevaron, sorpresivamente, a presentarse frente al órgano Hammond.

Iñigo Díaz

Formado con el maestro de la batería Ricardo Ruiz, los músicos que reclutaron a Cortés en esos primeros tiempos vieron en él a un solista sólido y de gran intensidad en su performance, lo que selló su estilo. Se unió al cuarteto de guitarrista Nicolás Vera que grabó Fiasco contemporáneo (2003), un hito discográfico dentro de su generación, y luego integró otros conjuntos de la época con los que en 2004 grabó tres discos: el quinteto eléctrico del guitarrista Jorge Díaz (Club de Tobi), el cuarteto del tenorista David Pérez (Santiago stories), y el elenco colectivo Chilejazz Quinteto, organizado para una gira por las Islas Británicas que desembocó en el álbum Perdidos en Londres.

Como sideman, mantuvo en esa década una frecuencia activa, tocando con los quintetos del trompetista Cristián Cuturrufo (2004) y del tenorista Andrés Pérez (2009), además del primer cuarteto del saxofonista alto Cristián Gallardo (2011), y en los tríos de los pianistas Mario Feito y Gonzalo Palma. Carlos Cortés, además, se desdobló hacia la música fusión de raíz folclórica, integrando la banda de Pedro Villagra, para la cual su básica batería de jazz creció hasta una batería completa en posibilidades. Además tocó para diversos grupos que le permitieron demostrar su versatilidad estilística, como Alüzinati (2003) y Akimbao (2005). Sería apenas una muestra de lo que en la década siguiente mostraría desde su variedad musical.

Cortés continuó como un nombre propio dentro de la escena de los años '10, ahora multiplicada en muchos aspectos y desde luego en cuanto a bateristas de jazz. Al comenzar la década inició una colaboración estable con el trío que completaron Lautaro Quevedo (piano) y Marcelo Córdova (contrabajo), y que grabaron centrales álbumes de jazz contemporáneo de su tiempo, como Simetrío (2012) y Amanuense (2014), mientras junto al trío del tenorista Agustín Moya realizó desde 2017 la serie cuádruple de discos titulada Standards sessions. Hacia 2018 se integró al trío acústico de Federico Dannemann.

Cada vez más diverso, entre sus trabajos como baterista figuran actuaciones y grabaciones junto a músicos como Francesca Ancarola (Templanza, 2012), Simón González (Pieza de música, 2013) y Nano Stern (Mil 500 vueltas, 2015), además de una activa colaboración con la rapera Ana Tijoux.

 

Actualizado el 11 de enero de 2021