Nacida en Concepción, en los años '90 participó en las Escuelas de Rock, bajo el alero de Andrés Godoy y Tito Escárate. Un paso por San Pedro de Atacama y un posterior viaje por Latinoamérica la conectaron con diversas culturas sudamericanas, tocando como solista en Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina. El resultado de esas experiencias quedó plasmado en su primer disco, Lumbre (2018), que reúne diferentes sonidos andinos, altiplánicos, cantos ancestrales, cuecas, coplas y una fuerte influencia de Violeta Parra: "Cuando salí de Chile, yo no sabía quién era / y con las mamis de Salta aprendí a ser coplera. / A veces me dicen gringa y me da mucha pena / luego me río y respondo, no pu, soy bien chilena".