Sus influencias tempranas van desde el folclor chileno a las músicas étnicas, cantos hindustanís y africanos. Hacia 1997 se vinculó al grupo Huaika, a la familia del cantor Jorge Yáñez y a la cueca brava. Pero más significativamente sería el trabajo que mantuvo en la década de los 2000 con su hermano, el compositor Cristián Schmidt, en su proyecto pop y folk Michu, con el que grabó el disco II (2007). Un año más tarde, Antonia Schmidt inició un trabajo personal en el campo de la música para niños, musicalizando narraciones de la escritora Alicia Morel en su propia voz, que se convirtió en el disco autoproducido Cuentos y leyendas de la Tierra con Alicia Morel (2008).

Su propuesta como profesora de preescolares, creadora de talleres para niños de entre 2 y 8 años, recopilación de narraciones y autoría de canciones se realizó en paralelo a experiencias en otros proyectos musicales. Schmidt ha sido colaboradora del cultor de música india Tomás Thayer, en el disco Atma (2011), y junto con un grupo de educadoras en 2009 formó el grupo Baobab, que rescata y proyecta cantos, ritmos, lenguas y pronunciaciones de regiones del África Occidental y Central. Con este conjunto editó los discos Cantos del Baobab (2011) y Nimba (2014).

Entre su discografía propia figuran también Música + música (2010), además de Indiafusión (----), un ejercicio de canciones tradicionales de India con tratamientos electrónicos, el reconocido Música para la Tierra (2014) y La fiesta de los niños (2017), donde Antonia Schmidt registra los resultados de sus talleres.