Iñigo Díaz

En 2004 salió del circuito para seguir su carrera de diseñadora y suspender su proyecto como cantante swing, que se había iniciado a fines de los '90. Tenía el modelo vocal de Ella Fitzgerald muy encima de sus propósitos, a través de un álbum de cabecera, Ella and Louis (1956). En aquellos años la cantante se vinculó al contrabajista Cristián Sepúlveda y al entonces novato guitarrista Gabriel Feller, preparando repertorio de Carmen McRae, Anita O'Day y Betty Carter.

Sin embargo, con Moncho Romero obtuvo un adiestramiento formal de lenguaje e interpretación mucho más definido que la llevó pronto a actuar con sus tríos acústicos enfundada en elegantes vestidos negros en el subterráneo de El Mesón Nerudiano. Tras un retiro en 2003, regresó en la primavera de 2006 en un proyecto de duetos de jazz de club con el pianista Américo Olivari.