Adiós a un guitarrista precursor del rock en Chile: Héctor Sepúlveda
El cantante y guitarrista, que en 1967 grabó con su banda el disco Fictions, muere en el mismo año en que ese LP cumple cinco décadas.
lunes 3 de abril de 2017
“Ha fallecido Héctor Sepúlveda, admirado ex guitarrista de Los Vidrios Quebrados. QEPD”. La noticia posteada este domingo 2 de abril de 2017 en la red social asociada al libro “Se oyen los pasos - historia de los primeros años del rock en Chile”, del músico y periodista Gonzalo Planet, es tan escueta como sorpresiva. Héctor Sepúlveda muere con una estatura ganada de precursor, como uno de los guitarristas y líderes de Los Vidrios Quebrados, pionera banda que con su único disco, Fictions (1967) contribuyó a sentar las bases de los primeros años del rock chileno.
Anticipado discípulo chileno de referentes de la guitarra de su tiempo como Eric Clapton, el músico volcó esas influencias en Los Vidrios Quebrados: Héctor Sepúlveda (voz y guitarra), Juan Mateo O’Brien (guitarra), Cristián Larraín (bajo) y Juan Enrique Garcés (batería). Apenas hace unos días, el 17 de marzo pasado en una entrevista publicada en en diario “La Hora” con el también músico y periodista Arturo Figueroa, quien grabó con Héctor Sepúlveda en el disco Alas (2001) de su grupo Termita, el guitarrista había manifestado su interés en reunirse por primera vez con sus ex compañeros.
“No descarto la posibilidad de que volvamos a hacerlo”, consideró. “Antes no me parecía porque había visto algunos revival y los encontraba penosos. Pero me pasó que un día, caminando por la calle, tuve una visión de cómo éramos Los Vidrios Quebrados cuando tocábamos en vivo. Y me gustó. Realmente éramos buenos, teníamos mucha fuerza. Eso fue un momento personal bien clave. Si dejo la autocrítica de lado, que me cuesta, puedo ver que lo que hicimos en los ‘60 fue valioso. Ahora estoy reconciliado con eso, puedo escucharlo y me gusta”.
Los dos primeros compadres que tuvieron un disco de Clapton en Chile
Canciones como “Like Jesus wore his own” (“Como Jesús usó el suyo”) y “We can heart the steps” (“Se oyen los pasos”), manifiestos de rebeldía generacional de su tiempo, son parte del legado de Sepúlveda en esa crónica temprana del rock chileno con Los Vidrios Quebrados.
“Yo aprendí con Héctor. Es más: fuimos los dos primeros compadres que tuvieron un disco de Eric Clapton en Chile y nos juntábamos a escucharlo”, recuerda Eduardo Gatti, de los Blops, en uno de los testimonios del libro “Prueba de sonido - Primeras historias del rock en Chile (1956-1984)”, de David Ponce, periodista y uno de los editores del sitio MusicaPopular. “Había un liderazgo natural: a Héctor le pasabas un palo y lo tocaba. Su talento era tan enorme que te hacía descansar en él. No tenía necesidad ni de segunda guitarra”, agrega en las mismas páginas Juan Mateo O’Brien, guitarrista de Los Vidrios Quebrados.
Y el propio Héctor Sepúlveda reconstituye en ese libro parte de su recorrido musical inicial. “Lo primero que me llamó la atención en guitarra de rock fue Little Richard: ‘Tutti frutti’ era lo máximo. Los Beatles fueron un salto grande. A partir de los Rolling Stones y los Yardbirds me atrajo el blues. Y escuchar a Eric Clapton con John Mayall motivó que me distanciara del grupo, porque me aburrí de las cancioncitas”, recuerda. Una vez disueltos Los Vidrios Quebrados, el guitarrista se estableció en 1968 en Londres, donde se inició en disciplinas como la meditación y la astrología y grabó el inédito LP experimental London 69 para el sello Decca.
Tras su vuelta a Chile en 1971 formó parte de las bandas Sun (1971), Escarlata y Nuevas Direcciones entre 1973 y 1977, e inició su más duradero Héctor Sepúlveda Trío (1974), donde tocó rock, blues, música progresiva, funk y jazz con músicos como Iván Ivo Castillo (bajo) y Claudio Arredondo (batería), Jaime Labarca (batería), Caco Cubillos (voz) y Carlos Basilio (batería). Ya en la edad de los reconocimientos de las nuevas generaciones, Héctor Sepúlveda tocó hacia fines de los años '90 con el guitarrista Mauricio Melo y el baterista Iván Molina, de Santos Dumont, y grabó en el citado segundo disco de Termita, Alas (2001).
El propio Arturo Figueroa, de Termita, hace ver en esa entrevista reciente a Héctor Sepúlveda que en 2017 justo se cumplirá medio siglo del único disco de su grupo, Fictions (1967). La respuesta del guitarrista de Los Vidrios Quebrados es clara sobre el significado de esa fecha: “Que ha pasado el tiempo, que estamos más viejos no más”.