El primer disco de este guitarrista de Concepción es también el primer disco editado por el sello Pez, que ese año puso en marcha el músico Christian Gálvez. Pero es un disco fundacional en un sentido mucho más definitorio: por primera vez se reunieron en un proyecto los nombres mayores de una partida de músicos que marcaría el paso de la llamada "generación cero-cero", alusiva a la década de los 2000, también abreviada como '00. Alrededor de Nicolás Vera aparecen solistas que entonces estaban bordeando sus 20 años: Agustín Moya (saxo tenor), Sebastián Jordán (trompeta), Pablo Menares (bajo eléctrico), Carlos Cortés y Félix Lecaros (batería). El cónclave vino a marcar el inicio de un capítulo en la historia del jazz chileno, no solo con un repertorio renovado sino con el enfoque de esta nueva fuerza reunida aquí. Vera propone tres formaciones para este primer repertorio propio: "Pez de vidrio" y "Alumbraqueluna" están en trío con Menares y Cortés; "Cuarto caminando", en cuarteto con la incorporación de Moya; mientras "Susana", "Sobre arreglos (no hay nada escrito)" y la propia "Fiasco contemporáneo", en quinteto con las incorporaciones de Jordán y Lecaros. Pero Vera no se limita a esas formalidades y explora luego la guitarra acústica en la tonada "Roble huacho", alterna su trío con Christian Gálvez (bajo) y el argentino Óscar Giunta (baería) en "GGV", y revisita la canción de Violeta Parra "Run Run se fue pa’l norte" con la cantante invitada Susana Lépez. El disco presenta un título abstracto, pero proviene de un episodio mucho más doméstico: el error de tipeo en un folleto que presentaba al conjunto donde el "fraseo contemporáneo" de Jordán estaba incorrectamente escrito como el "fiasco contemporáneo". —Iñigo Díaz