Rodrigo Alarcón

Soledad Vélez nació en Concepción y alcanzó a hacer estudios de arquitectura antes de decidirse a abandonar el país y dedicarse a la música, cuando apenas era una veinteañera. Su primera opción fue Argentina, pero finalmente se estableció en Valencia y comenzó a desarrollar una carrera en los circuitos de la música independiente española.

Los EP Four reasons to sing (2010) y Black light in the forest (2011) fueron sus primeros pasos discográficos. Ambos la mostraban como una creadora de canciones folk, acústicas y despojadas, todas cantadas en inglés, al igual que las que luego incluyó en su primer disco de larga duración Wild fishing (2012). Con el tiempo, Soledad Vélez fue explorando nuevos territorios. Para 2016, cuando editó Dance and hunt (2016), se había incorporado al sello madrileño Subterfuge (Australian Blonde, Manta Ray, Fangoria, Los Fresones Rebeldes) y su música había girado hacia un sonido de timbres electrónicos.

Dos años más tarde, Nuevas épocas marcó, justamente, una serie de cambios. Impulsada por una gira que la tuvo tocando en Chile, por primera vez se volcó a escribir canciones en castellano, al mismo tiempo que compartió la producción con Guille Mostaza y se abrió a las colaboraciones, con apariciones de Joe Crepúsculo y Gerard Alegre (El Último Vecino).

A esa altura, Soledad Vélez no solo había hecho innumerables conciertos en diferentes ciudades españolas, sino que había puesto su nombre en el cartel de varios festivales -incluido el Primavera Sound de Barcelona- y hasta había tributado a Violeta Parra en su centenario, con un concierto en el Teatro Real Coliseo de El Escorial.