Eduardo Gutiérrez

Tras abandonar sus bandas escolares, los hermanos Marcelo y Paulo Díaz, junto a su vecino Pablo Romero, apostaron por un proyecto musical del cual surgió una canción a la que titularon “Julia Smith”, en alusión a la biografía de John Lennon (mezcla los nombres de la madre y la tía del legendario ex Beatle). La elección era coherente con los intereses de los músicos hacia la tradición británica del rock, el rockabilly y la sicodelia, que además caracteriza a muchas bandas de Concepción.

Sumando a Rodrigo Montero en el bajo, presentaron un primer EP casero que, sorpresivamente, los llevó a ser la banda revelación en la Muestra de Música Independiente (MMI) de Valdivia (2010). La banda fue llamando la atención con enérgicas presentaciones en vivo (que incluían intercambio de instrumentos o extensa improvisación), que al fin llevó a que Mauricio Melo (Los Santos Dumont y Emociones Clandestinas) y Yogui Alvarado (Emociones Clandestinas) se interesaran en la producción y mezcla de su primer álbum.

Hagamos las maletas y vámonos del planeta (2012) los llevó no sólo a recorrer Santiago, Valdivia, Valparaíso, Los Ángeles y Chillán; sino que también a trabajar con el baterista de Los Bunkers, Mauricio Basualto, depurando junto a su asistencia un nuevo sonido que reformuló a la banda (Montero abandona el grupo y se sumaron Paolo Murillo en guitarra y Pablo Baño en el bajo) y la llevó a decidir radicarse en Santiago. Desde entonces, La Julia Smith ha persistido en la publicación de discos de composiciones propias, con hitos en vivo como su participación en el primer Festival REC (2015) y en el Festival Música Emergente en Canadá (2019).